Raiza Vargas
Dos miembros de una familia murieron ahogados en río Bravo en la frontera entre México y Estados Unidos (EEUU).
Según las autoridades, uno de los parientes permanece desaparecido en las aguas y siguen las labores de búsqueda.
Hace 20 días, una familia colombo-venezolana, integrada por 4 personas, decidió emprender su viaje hacia los Estados Unidos por el sueño americano.
Pensaron que ya habían pasado los mayores peligros de su ruta, pero el destino les jugó una mala pasada.
La pequeña Antonella Sánchez, de 4 años y oriunda del departamento del Meta, viajaba en compañía de sus abuelos; uno de ellos murió y la otra está desaparecida. Su tía de 12 años sobrevivió a la tragedia.
La madre de la niña, Alondra Ruiz, no viajó porque está embarazada. Relató lo que sabe de la tragedia, pues en todo momento sus padres le compartían videos de cómo iba la travesia.
«Me llamó un muchacho que andaba junto a mi mamá en la travesia. Me dijo que se la habia llevado el río, junto a mi padrastro y a mi hija. Me comentó que mi hermana estaba en un albergue», expresó Alondra Ruiz.
Desesperada llamó a hospitales de Estados Unidos y a las morgues, pero no le daban razón de los cadáveres hasta que por fin le confirmaron que tenían a su hija en Texas.
Según le dijo el accidente ocurrió en un abrir y cerrar de ojos.
«Mi hija se le desprendió del hombro a mi padrastro y la corriente estaba muy fuerte», le expresó la hermana.
El padrastro fue localizado en una morgue en México y el cadáver de la abuela sigue desaparecido.
Ahora la familia busca recursos para repatriar los cuerpos de sus seres queridos.
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El Pepazo/2001
