Conocer los síntomas de la esclerosis múltiples es esencial para empezar cuanto antes con el tratamiento. Un nuevo estudio arroja nuevas pistas sobre cómo se manifiesta la enfermedad incluso años antes de que se diagnostique.
Alicia Cruz Acal
Como en tantas otras enfermedades, detectar lo antes posible la esclerosis múltiple (EM) es fundamental. Los avances terapéuticos han logrado controlar en buena parte de los casos esta patología, cuyo diagnóstico antes iba acompañado de un pronóstico muy negativo. Sin embargo, es por algo por lo que aún se conoce esta enfermedad, que sufren 55.000 españoles, como la de las mil caras. Y es que mientras que hay pacientes con un alto nivel de discapacidad, otros conviven con esta patología con una buena calidad de vida.
No obstante, la experta destaca que los resultados de la investigación pueden ser muy útiles “para las personas que tienen un mayor riesgo de desarrollar EM, como aquellas con antecedentes familiares de la enfermedad o las que muestran signos de la misma en los escáneres cerebrales, pero no tienen ningún síntoma”.
Para llevar a cabo la investigación, sus autores recabaron datos de atención primaria del Reino Unido y Francia. En concreto, participaron 20.174 personas recién diagnosticadas de EM. Cada uno de estos pacientes fue emparejado con otros tres individuos sin EM de la misma edad y sexo. Se consideraron 113 problemas de salud para comprobar, a través de los historiales médicos, cuáles habían sufrido los participantes en los cinco años anteriores y posteriores al diagnóstico. Los científicos identificaron 12 condiciones de salud que se asocian significativamente a la detección de esta enfermedad. Sólo una de ellas era un trastorno neurológico: epilepsia y convulsiones concurrentes.
Un 20% más de probabilidades de sufrir depresión
La investigación concluyó que las personas con EM tienen un 22% más de probabilidades de sufrir depresión cinco años antes del diagnóstico que las que no padecen esta patología. En cuanto al estreñimiento, el porcentaje es del 50%; y en el de las infecciones urinarias, del 38%. Respecto a los problemas sexuales, los pacientes con EM cuentan con un 47% más de posibilidades de sufrirlos en este periodo, cifra que disminuye hasta el 21% en el caso de la cistitis o infecciones de vejiga.
Sobre la depresión, el estudio detalla que el 14% de los pacientes con EM había recibido recetas de antidepresivos cinco años antes del diagnóstico, en comparación con el 10% de las personas que no padecía la enfermedad. «Por supuesto, no todas las personas que presentan estos síntomas llegarán a desarrollar EM. Esperamos que, con el tiempo, estos signos tempranos nos ayuden a comprender los mecanismos biológicos que se producen en el organismo antes de que se desarrollen los síntomas reales de la enfermedad», afirma Louapre.
Una limitación del estudio fue que no se disponía de datos sobre otros factores que podrían influir en el riesgo de las personas de desarrollar EM. Estos son el nivel educativo, la etnia y el nivel socioeconómico.
El Pepazo/Marca/Cuídate