«Ese hijo de **** es bueno, es mejor de lo que pensaba. Simplemente no podía alcanzarlo. Pensé que golpeaba más suave, pero tiene poder. Caí y pensé, ‘¿qué demonios ha pasado?». Con estas palabras explicaba Regis Prograis su derrota ante Devin Haney en la esperada pelea por el título mundial del Consejo Mundial de Boxeo (WBC) del superligero, que se cerró con una decisión unánime favorable para ‘The Dream’ por un triple 120-107.
El exmonarca absoluto en el peso ligero ha comenzado de forma magistral su andadura en el una categoría superior. Haney, de sólo 25 años, se sintió más poderoso y más explosivo que nunca en las 140 libras, hasta el punto de no dar ninguna opción a un gran combatiente como ‘Rougarou’ Prograis, algo timorato porque veía que las cualidades de su rival eran superiores a las suyas. El nuevo campeón acumula ahora un récord de 31-0, con 15 KOs en su haber.
Antes de Prograis, ‘The Dream’ batió a Lomachenko y le han salido muchas novias tras su inapelable victoria, pero su siguiente rival debería ser el español Sandor Martín, aspirante número uno del WBC al título del superligero.
Teófimo López Jr., Ryan García o Gervonta Davis ya han lanzado el reto, pero Haney tiene antes que demostrar su valía ante un superligero consagrado como Martín. Dependiendo de lo que hiciera, se podría plantear un duelo con ‘Tank’, con quien nunca concretó un combate en el peso ligero, probablemente porque en dicha división no le convenía ni tampoco era el momento.
Exhibiciones como las de anoche y la condición de estrella de Haney hacen que en estos momentos pueda mirar cara a cara a cualquiera ante una negociación. Prograis, Lomachenko, George Kambosos (dos veces), Jojo Diaz, Jorge Linares y Yuriorkis Gamboa ya han sido ‘víctimas’ de ‘The Dream’. Su currículum es muy serio.