Carmelo Sanz de Barros, vicepresidente de Mohammed Ben Sulayem y del RACE, propietario del Jarama, insiste en Bakú en que el proyecto «no sigue los pasos normales para convertirse en carrera. El máximo organismo del automovilismo mundial dice que «se ha empezado la casa por el tejado».
Al la espera de que se anuncie el acuerdo entre FOM, dueño de los derechos comerciales de la F1, e IFEMA para un futuro Gran Premio en Madrid desde 2026 ó 2027, el otro actor de la F1 que es la FIA (que cedió su explotación 100 años a la FOM, pero que detenta el reglamento, comisarios, etc) asegura que las cosas de palacio van despacio.
En concreto el vicepresidente del máximo organismo, el español Carmelo Sanz de Barros, ha asegurado en Bakú, durante la gala FIA de premios 2023, que aún hay mucha tela por cortar, como ya hizo hace unos meses con MARCA durante el Gran Premio de España en Montmeló. Hay que recordar que es la Federación del país la que traslada da la FIA una petición de carrera, homologación del circuito, etc, tras acordarlo además con el CSD y el Gobierno, tal y como contó MARCA la pasada semana.
«Creo que hay un proceso para establecer un gran premio y no pienso que se haya seguido en este caso. La autoridad deportiva en el automovilismo en España es la federación, y a día de hoy no se ha recibido el proyecto. Si se considera válido e interesante, se canaliza a la FIA para tratar las homologaciones y certificaciones, más con un circuito semiurbano. Nadie en la FIA ha trabajado aún en este proyecto que está en la Prensa. Luego, cuando se aprueba y se homologa, hay una dura batalla para ser incluido en el calendario. Y por último, un acuerdo comercial y de derechos. Quizás empezamos la casa por el tejado. Además al menos otros dos proyectos para llevar la F1 a Madrid», aseguró el también presidente del RACE (dueño del circuito del Jarama) ante los asombrados periodistas internacionales presentes.
El caso es que el acuerdo, privado, entre Ifema y FOM busca poder hacer cuanto antes el anuncio y terminar con este bloqueo, no solo institucional sino también deportivo ya que Montmeló tiene contrato hasta 2026 y no quiere soltar la F1. «El propietario de la F1 es la FIA. Somos los dueños del campeonato, igual que de los rallys o la Fórmula E y el kárting. Somos los responsables en la competición. Luego, en la F1, hay un acuerdo por los famosos cien años en los que se delega la responsabilidad comercial exclusivamente a un tercero, que es FOM, pero somos un matrimonio, nos guste o no», insiste De Barros poniendo en valor el OK de la FIA ante cualquiera anuncio.
De fondo está, además de la inevitable política y el Madrid-Barcelona, la lucha que mantiene la propia FIA con la Liberty-FOM por la que los segundos consideran ingerencia permamente de los primeros en su forma de gestionar el campeonato desde que Ben Sulayem llegó a la presidencia. Ellos han pagado por hacer el campeonato como quieren, pero la FIA insiste en meter baza viene a ser el resumen. Y la FIA, visto está, insiste en que aún manda aquí en muchos aspectos.
En Abu Dhabi, en la última carrera hace dos semanas, se comentaba la posibilidad de un anuncio inminente pero es necesaria su renuncia, o una compensación en años sucesivos, para que Montmeló deje su plaza en el calendario a Madrid, que quiere la carrera cuanto antes para enganchar quizás el último año en activo de Fernando Alonso en la F1. O acordar una alternancia.
Sanz de Barros, como FIA, insiste: «Como español, nacido en Madrid, quiero la F1 en Madrid otra vez, está claro, es el deseo de mucha gente. ¿Es posible tener dos carreras? Sí, ¿por qué no? Tenemos tres en Estados Unidos y dos en Italia. Ya se han tenido antes. ¿Es fácil? No, ¿es posible? Sí», asegura, aunque Stefano Domenicali, ahora al frente de la F1 rama FOM, no lo ve por ningún lado.
El Pepazo/Marca