Exhibió otro recital. Los Dallas Mavericks pierden en casa ante los Cleveland Cavaliers un partido que dominaban por 20 y con alto nivel del esloveno
Rara vez falla Luka Doncic. La estrella eslovena de los Dallas Mavericks sigue encadenando partidos y momentos fuera de categoría en una campaña regular de la NBA monumental. El canterano del Real Madrid firmó 39 puntos (14/29 en TC), 7 rebotes y 6 asistencias en 37 minutos en otra actuación de MVP. Pero terminó en pesadilla. Sus Mavs no hicieron bueno el nivel del ’77’ y cayeron ante los Cleveland Cavaliers (110-113) en una suma de pésimas decisiones que evidencian su fragilidad pese a la condición diferencial de su mejor jugador durante toda la temporada.
A falta de 9:45 para la conclusión del segundo periodo no había partido. Los Mavs vencían por 20 (50-30), pero se terminó su magia. Cleveland desplegó mejor defensa y a partir de un doloroso 41-59 en la segunda parte todo cambió. Los Mavs se atragantaron en el final y un 0-15 para concluir dinamitó todas sus opciones de encadenar triunfos. Doncic y su recital no bastaron.
Ni con un Doncic enorme
Porque durante todo el encuentro Doncic mandó. 20 puntos en el primer periodo, 29 al descanso y la sensación, otra vez, de levitar. Algo más desacertado desde fuera -solo tres triples-, pero mandando. No pudieron contener a Cleveland, que tomó Texas sin sus dos mejores jugadores, Darius Garland y Donovan Mitchell. Brillaron Caris LeVert, con 29 puntos (6/11 en T3) y siete asistencias y un enorme Jarrett Allen al anotar 24… ¡con 23 rebotes! Nueve fueron ofensivos, más que los propios Mavs.
No sirvió la magia de Luka, que como siempre asumió en primera persona. «Jugamos mal», confesó. «Fallamos muchos tiros en buena posición. Y esa es mi culpa en el último cuarto. Además, debemos rebotear mejor», agregó asumiendo sus fallos en el final de choque.
Jugamos mal, fallamos muchos tiros y debemos rebotear mejor
Luka Doncic
Los Thunder son una cosa muy seria
El partido que regaló Dallas es imperdonable en un Oeste carísimo. Por equipos como los Oklahoma City Thunder, que no dejan de ganar de forma brutal. Su 129-120 a los New York Knicks es una forma de enseñar lo que les define. Entre Shai Gilgeous-Alexander y Jalen Williams firmaron 72 puntos de puro talento cara al aro. El base canadiense hizo 36 con ocho asistencias y siete rebotes, mientras que ‘J Dub’ anotó otros 36 con 5/5 desde el tiro de tres.
Tampoco falló a su cita Chet Holmgren. El rookie fue otro de los que abrochó el triunfo sobre los Knicks con 22 puntos y su habitual protección total del aro al poner cuatro tapones. No extraña que en su última clasificación de debutantes mande sobre Victor Wembanyama.
El techo de los Bucks
Los Milwaukee Bucks son ese equipo del que se habla más mal que bien pese a que están dentro de una gran racha (ocho victorias en los últimos nueve partidos). El motivo suele ser que no alcanzan su techo y si es total existirá por noches como la de la paliza en Brooklyn (122-144) a los Nets. Giannis Antetokounmpo, al mando. Y por fin Khris Middleton.
El griego no baja el pistón. Doble-doble de los suyos, con 32 puntos y 10 rebotes. Viviendo por encima del aro, indefendible en transición y conectando, por fin, con su mejor socio del pasado. Middleton, muy lastrado en lo físico estos últimos tiempos, terminó con 27 y 10 asistencias. Lillard pudo estar más discreto (12), pero al máximo enseñaría como Milwaukee puede asustar de verdad.
Los que critican a Durant…
Pero la realidad es que no hay nadie como Durant. Machacó a los Houston Rockets en otra actuación ‘vintage’. 27 puntos, 10 rebotes y 16 asistencias. El récord de su carrera en pase para canasta, activándose en otras facetas para que los de Arizona ganasen en Houston con comodidad (113-129) también aupados por otros 27 de Eric Gordon.
El Pepazo/Marca