De la dupla, Luka Doncic y Kyrie Irving, con la que el pasado curso los Dallas Mavericks trataron de ‘saltarse la fila’ de contendientes en la NBA y buscar pelear por todo se dice de todo. Señalada, con razón, en el final de la temporada regular 2022-23 y el tiempo cambia a su favor con más rodaje, partidos y victorias. Juntos pueden con casi todo y tumbaron (115-108) al mejor equipo del Oeste en la NBA, los Minnesota Timberwolves, en una lección conjunta. ¡69 puntos! Asustan.

Se turnaron para mandar en los ataques. Entendido desde el buen sentido del término y no como un juego basado en los ‘ISO’ que poco o nada ayudan para que un equipo mejore en el juego. Solo seis parejas de jugadores en la historia habían alcanzado un partido con al menos 30 puntos, 5 rebotes, 5 asistencias y tres triples. Irving facturó 35 puntos, 8 rebotes y 6 triples. Doncic apoyó con 34, 8 asistencias y otros tres aciertos desde la larga distancia.

No es su primera barbaridad, pues venían, por ejemplo, de ‘masacrar’ a los Portland Trail Blazers en tan solo tres cuartos, con Doncic con 41 puntos e Irving en 29. Un salto claro de calidad dado con el regreso del base tras aquella caída de Dwight Powell sobre su pie que casi causa un disgusto en el equipo. Le costó entrar en calor en su vuelta ante Utah (14 puntos), pero desde ahí encadena tres partidos por encima de 24 puntos y acierto por encima del 50%.

La duda está en el techo de la pareja. ¿Quién podrá con ellos?. «¿Defenderles? El 98% de la NBA lo tiene imposible. No van a poder defender a ellos dos… y el otro 2& soy yo», dijo, con gracia y precisión, uno de sus compañeros que también cuenta con muchos minutos, Derrick Jones Jr.

El 98% de la NBA lo tiene imposible. No van a poder defender a ellos dos… y el otro 2& soy yo

Derrick Jones Jr.

Los Mavs han cambiado con ellos. Asumen, deciden y saben quién tiene el momento ‘caliente’ para ganar partidos. «La confianza es total. No solo en la recta final. Pueden hacer jugadas para ellos y para todo el equipo», sentenció Jason Kidd, técnico del equipo texano. Tiene una pareja que vuela.