La contracrónica del Brasil-Corea del Sur
No se había estrenado aún Brasil en Qatar 2022 y Raphinha sorprendió, estando el debate todavía caliente, con una frase sobre los bailes tras los goles. «Tenemos ya diez preparados», anunció. Luego Tite incidió en la idea de esas celebraciones de sus chavales como un asunto cultural y siempre concebido desde el respeto al rival. Y este lunes, con algo de retraso sobre lo previsto, los futbolistas e incluso El Profesor convirtieron el 974 Stadium en un sambódromo.
Con los tres de la fase de grupos y los cuatro a una Corea del Sur zarandeada de cabo a rabo, la Pentacampeona suma ya siete dianas. Que vayan preguntando por un nuevo coreógrafo porque a este ritmo el repertorio se va a agotar más pronto que tarde.
Vinicius, desencadenado
Por esas cosas que tiene a veces Tite, Vinicius vivió la previa de su primer Mundial con la preocupación de si mantendría o no la titularidad. Menos mal, para él y para la Canarinha, que el técnico se atrevió, lo más lógico por otra parte cuando eres brasileño y entrenas a alguien como Vinicius.
El día de Serbia fue un aviso: gol anulado, rechace a un tiro suyo cazado por Richarlison para empujar el 1-0 y asistencia con el exterior al propio Richarlison para el 2-0. Contra Suiza participó directamente en la jugada del tanto de la victoria. En la derrota frente a Camerún descansó. Y ante Corea del Sur abrió la lata con un toque de calidad suprema, la misma con la que le sirvió el 4-0 a su íntimo amigo Paquetá.
Raphina, asistente de Vinicius… y de Neymar
Necesitaba el atacante del Barcelona que un partido le sirviera de bombona de oxígeno. La antesala de Qatar le costó, perdiendo en el Camp Nou el sitio y la confianza. Tite y su staff nunca dudaron, guardándole su sitio en la alineación. Y el ex del Leeds recompensó esa confianza con los surcoreanos. Suyo fue el envío que mandó a la jaula Vinicius y también fue el quien, después de coger el balón del penalti a Richarlison, escuchando los gritos del público, se lo pasó a Neymar para que marcara en su reaparición. El ’10’ saltó al césped en el segundo tiempo abrazándole por el cuello y motivándole.Le falta afinar la definición.
Vuelta al cuatro como suelo
A Brasil se le había atascado el superataque en el momento más decisivo, en plena Copa del Mundo. Había cerrado la fase de grupos con tres goles en tres jornadas, igualando su segundo peor registro histórico. Algo había que hacer, y se hizo a lo grande, rescatando la dinámica habitual de este 2022 en el que ha sido costumbre marcar cuatro o más goles en un partido. En cinco (62,5%) de los ocho encuentros que antecedieron a Qatar, la Penta había marcado cuatro tantos en tres partidos y cinco en dos.
Y por si acaso… Alisson
En el fútbol acaparan tanto quienes marcan los goles que casi no le dejan elogios a quienes los evitan, pero Alisson los merece, y no pocos. Aunque pueda quedar difuminado por el resultado, el portero del Liverpool realizó cuatro intervenciones de mucha y dificultad. Un golazo le estropeó el pleno de porterías a cero, pero su mérito es innegable.
El Pepazo/Marca