La solidaridad es la ternura de los pueblos
Che Guevara
Kintun wingkulche
Mapuche, comunista
Hace siete semanas se destituyó al Presidente del Perú, Pedro Castillo electo por votación popular. Actualmente permanece detenido en primera instancia por 18 meses, en una causa exprés. Asumió su vicepresidenta, doña Dina Boluarte, quien, como un saltimbanqui, pasó de la llamada izquierda y jurar que renunciaría en caso de ser destituido el legítimo presidente, a convertirse en una ficha del Fujimorismo, quienes instalaron el neoliberalismo. Redactaron e imponiendo una Constitución de Perú que daba todas las prorrogativas a los países imperialistas y sus aliados nacionales
Desde que la señora Boluarte asumió como Presidenta, las calles del Perú se han visto con miles de personas protestando. La revuelta empezó más fuerte en el Sur, donde las comunidades indígenas los más pobres entre los pobres, esperaban esperanzados que Castillo cumpliera las promesas hechas durante su campaña: Ni un pobre más en un país rico, además de su ascendencia indígena.
Sabemos que las firmas del Perú con los imperialistas chino por la concesión de las minas, no alcanzó a llevarse a efecto. Estados Unidos tiene la misma apetencia de esos territorios y minas. Además de la red de 5G. Es mucho lo que estaba en juego. EEUU movió sus piezas y se reunió con Dina Boluarte.
No importa cuántos muertos cueste el apropiarse de esos territorios y arrebatárselos a los chinos. ¡Pobre país rico! Desde la colonia su suerte ha sido ligada a las riquezas que ofrece la Pachamama. Un pueblo saqueado desde la llegada de los conquistadores españoles. Con un virreinato que instauró la discriminación hacia la población originaria.
Para el gobierno de Boluarte todo es culpa de los infiltrados extranjeros, entre ellos Evo Morales y sus ponchos rojos, ahora la policía peruana busca a un ciudadano venezolano que según dicen entró con 300 personas, todos enviados por Maduro para desestabilizar al Perú.
Por ningún motivo este gobierno piensa en las grandes desigualdades del pueblo peruano. Las grandes necesidades de los pueblos originarios, la falta de vías de comunicación para sacar sus productos agrícolas. La escasa presencia de servicios básicos. Ante esta situación el fantasma de Sendero Luminoso está aupado en la boca de funcionarios del gobierno y machacado hasta el cansancio por la prensa del sistema. Hay que sembrar el
terror a como dé lugar. Se habla también de los narcoterroristas, que estarían financiando a los protestantes. Sin embargo, la rabia contenida a través de tantos años por la población indígena, afloró y dicen no abandonar Lima con su marcha de los 4 suyos. Es que el pueblo está claro que se han trasladado con recolecta de dineros que han hecho entre ellos. Es la gente del mismo pueblo que recoge comida y se las entrega.
Los universitarios fueron solidarios y dejaron que los marchantes descansaran en la Universidad de San Marco. Esto provocó otro fuerte estallido, pues la rectora llamó a la fuerza pública para que los desalojara. Los policías usaron su tanqueta y destrozaron las puertas de la
Universidad, deteniendo en esa oportunidad a más de 200 personas. Entre ellos a los estudiantes que se encontraban en las residencias universitarias.
En esta acción no dejaron entrar a los abogados, a funcionarios de la fiscalía. Pudiendo de esta manera sembrar cualquier cosa en las pertenencias de los detenidos.
Esta acción provocó la ira de los estudiantes en todo Perú quienes decidieron sumarse a la llamada toma de Lima. Prometieron no regresar a sus terruños hasta que Dina Boluarte renunciara.
El gobierno había declarado 58 muertos más un ciudadano de Lima. Víctor Santustaban Yalacavilca, falleció anoche producto de un impacto de bala en su cabeza que le provocó un TEC abierto perdiendo masa encefálica. Existe otro joven de 34 años con igual herida. Hoy encontraron dos cuerpos que fueron asesinados cuando se perpetró el ataque al campamento minero de Apurimac. La Fiscalía ante la denuncia de desaparición de estas dos personas, desde el día 20 de enero, solicitaron permiso a la empresa Anabí, encontrando a los dos fallecidos,
quemados.
El gobierno de Boluarte hizo saber a través de comunicado público que las Fuerzas Armadas están encargadas de restablecer el libre tránsito por las vías de comunicación. Además, se hizo saber el castigo para quienes realizaran estas acciones de trancar los caminos, penas de cinco a diez años de cárcel efectiva. Violentas escenas se pudieron ver en las puertas del hospital de Lima, donde se concentraban familiares y amigos de los heridos para enterarse del estado de salud de los heridos. La policía los reprimió violentamente.
Mientras esto sucede se desata una razzia contra líderes sociales, siendo apresados los que tenían entre sus pertenencias libros de marxismo. Rasgos fascistas de gobiernos autoritarios. Boluarte dice que ella no renuncia, aunque todo el Perú grita a una sola voz: Dina asesina Renuncia. En la última declaración de la presidenta dijo que ella hará lo que el Congreso decida, específicamente la bancada de Keiko Fujimori y otros de la derecha recalcitrante que hacen una mayoría. El Congreso no quiere renunciar ni adelantar las elecciones. Mucho menos
hacer una Asamblea Constituyente.
El juego está trancado. Un pueblo que al parecer con su último aliento se niega abandonar Lima hasta que renuncie la usurpadora y asesina Boluarte, como la llaman. Y, por otro lado, los dueños del poder, que cambian a cada momento la Constitución y aprueban leyes para seguir perpetuándose en el poder.
Sin una vanguardia clara que guie el descontento, que proponga un plan de reconstrucción del Perú bajo otras reglas de juego. Todo parece ir hacia una matanza mayor, donde los únicos ganadores serán los imperialistas chinos que ya están construyendo un mega puerto en Chancay, el Mega puerto del Pacífico en América Latina. Y la construcción además de la vía férrea del Tren Sudamericano que enlazaría Tumos, Tacna, Cusco, Puno y llegaría a Argentina y Brasil. De esa manera China asegura la supremacía y distribución de sus productos y retiro de
las materias primas.
El progreso capitalista arrasará con los pueblos originarios, condenándolos a ser indígenas de postal. A tratar de sobrevivir con la llamada economía naranja, un invento para que los indígenas se conformen con desarrollar proyectos de turismo y de artesanías. Que se borre la memoria, que se vistan con ropas tradicionales en las fiestas peruanas y se constituyan en los indios de los peruanos. Que dejen en el olvido la cosmovisión, y la Pachamama.
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El Pepazo