La estrella más mediática del atletismo español, Ana Peleteiro, ofreció una multitudinaria rueda de prensa en la sede de la Federación en la que explicó los motivos de su cambio de entrenador tras ocho años bajo la tutela de Iván Pedroso en Guadalajara.
La gallega confirmó lo que era un secreto a voces, que se va a su natal Ribeira, donde la Xunta ha construido un buen módulo cubierto de atletismo, para trabajar a las órdenes de su pareja, el francés y también triplista Benjamin Compaoré. «Después de 13 años fuera, mi corazón me pedía volver a mi refugio, que es Galicia, y ahora mi entrenador será Benjamin, mi marido y compañero de vida. Ha sido un proyecto que se lo he ofrecido a él. Lo quiero dejar claro. En ningún momento me lo ha ofrecido él a mí. Yo quería evitar mezclar lo personal con lo profesional y se lo expuse después de París», comentó la bronce olímpico en Tokio 2020.
Después de 13 años fuera, mi corazón me pedía volver a mi refugio, que es Galicia, y ahora mi entrenador será Benjamin, mi marido y compañero de vida. Ha sido un proyecto que se lo he ofrecido a él. Lo quiero dejar claro. En ningún momento me lo ha ofrecido él a mí
Ana Peleteiro
Ana reveló que el bienestar de su hija Lua, de casi dos años, ha pesado mucho en su decisión, que ya rondaba por su cabeza desde que dio a luz en diciembre de 2022. «Me vi sola en Guadalajara, con Benjamin, teniendo que hacer mil maniobras para trabajar y la maternidad lejos de casa está siendo más complicada. Este tiempo he ido despistando el sentimiento con el trabajo de mi entrenador mental para que no me afectara. Quiero ver crecer a Lua en el mismo entorno familiar que yo tuve y eso no era posible en Guadalajara».
Quiero verla [a Lua] crecer en el mismo entorno familiar que yo tuve y eso no era posible en Guadalajara
Ana Peleteiro
La campeona de Europa en Roma casi rompe a llorar cuando habló de Iván Pedroso, del que dijo con voz entrecortada que la había ayudado y apoyado mucho tras tomar esta difícil decisión: «Nuestra amistad será eterna. Mi relación con él está en perfecto estado. Después de todo esto, viendo el apoyo que me ha dado y la comprensión que ha tenido, si estaba rallada, se ha ido todo. Me dijo ‘eres una luchadora y seguro que este cambio lo vas a aprovechar’. Que una persona como él, que ha sido campeón de todo, no tenga ningún tipo de egos y sea tan honesto conmigo y lo comparta dice mucho. Mi miedo era recibir un rechazo suyo porque mi relación personal con él era más valiosa que la deportiva, pero no ha habido nada de eso».
Quiero seguir representando a España, que es mi mayor orgullo y cuando estoy más motivada para hacerlo lo mejor posible y que suene nuestro himno
Ana Peleteiro
La atleta es consciente de las dudas que ha podido generar este cambio de rumbo en su preparación: «Esta decisión entiendo que provoque dudas y desconfianza porque mi dúo con Iván funciona, es evidente. Me lo tomo como que la gente quiere seguir viéndome ganar y eso es el mejor regalo que me pueden hacer».
Peleteiro dijo que estará lista para la venidera temporada de pista corta, donde le espera el Europeo de Apeldoorn (Países Bajos) y el Mundial de Nankín (China) -aplazado en su día por el COVID- en apenas dos semanas: «Quiero seguir representando a España, que es mi mayor orgullo y cuando estoy más motivada para hacerlo lo mejor posible y que suene nuestro himno».
Tengo ganas de mejorar aspectos técnicos que en los últimos años no ha podido ser por diversas razones
Ana Peleteiro
También valoró lo que le puede aportar Benjamin Compaoré y sus virtudes como entrenador: «Lleva años compaginando ser atleta y entrenador. Aunque el deporte sólo reluce cuando ganamos títulos y rompemos récords, el atletismo es mucho más que eso. Puedes ser un gran entrenador, pero no siempre te pueden llegar grandes talentos con ganas de conquistar cosas. Yo en 2016 no tenía ganas de conquistar nada y, a partir de estar con Iván, se me vio con otras ganas. Benjamin es muy dedicado y tiene una visión del triple salto parecida a la mía y a la de Iván. Desde que lo vi en su faceta de entrenador me inspiró confianza y curiosidad», subrayó.
«Mi cuerpo y mi cabeza me piden cosas nuevas. Llevo haciendo atletismo desde los cinco años, triple salto desde los 12 y con Iván ocho años. Cuando te sabes los entrenamientos de lunes a sábado de memoria hay veces que tu cabeza te pide algo nuevo. Tengo ganas de mejorar aspectos técnicos que en los últimos años no ha podido ser por diversas razones», señaló.
Tras París, fue un mes duro de tanto odio a través de las redes sociales, en el cual me han juzgado tanto, que en Ribeira me sentí protegida
Por último, ante los rumores de su posible marcha a París fue tajante: «No me voy a París ni voy a estar a caballo entre las dos ciudades. Si ando a caballo entre dos ciudades será entre Ribeira y Madrid. Solo acudiré a París a recoger a los hijos de mi marido, pero ese viaje lo suele hacer él. Tampoco, en ningún momento, he hablado con la federación francesa para entrenar allí. No sé ni con quién hay que hablar para eso. Vuelvo a casa y esta decisión es para mejorar y alcanzar de una vez los quince metros».
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El Pepazo/Marca