Esta fundación, dirigida por la Profesta Gina Espina y el pastor Danilo Cóhen, desarrolla con escasos recursos, y sin discriminación una invaluable labor en pro del prójimo, sólo los mueve el amor al Creador. Más que corporal, es alimento espiritual.
Hebert Colina M.
No hay mejor muestra de amor al prójimo que la demostrada día a día por la Fundación Ágape, perteneciente al Ministerio Profético y Evangelistico Remanente Ágape, una entrega que se ve reflejada en los aportes para el bien de muchos necesitados.
Es una obra que viene de adentro del corazón, que como Epifanía se manifestó un día y desde ese momento se inició lo que hoy muchas personas disfrutan y reconocen, más que corporal, es un alimento espiritual.
A los esposos Gina Espina y Danilo Cohen los acompaña un gran equipo de voluntarios, el Pastor de Jóvenes Jose Luis Villalobos, Janeth Mendez, diaconiza, escudera, y coordinadora, Elimar Colina, diaconiza, Maria Olivar, Jennifer Huerta, maestras, Migdalis Molero, Carlos Bracho, Elimar Colina, Janet Mendez, Jose Luis Villalobos y 20 servidores se lanzan todos los días en el sagrado deber de ayudar al que lo necesita.
Siete años no es nada
Cuentan la profeta Espina y el Pastor Cohen que esta noble tarea de hacer el bien surgió hace siete años y desde entonces se dan a la tarea de conformar grupos de adoración, labor espiritual de lunes a domingo en urbanizaciones y barriadas, tales como 4 de Abril, Brisas de Nazareth, Brisas del Norte, San Jacinto, Mara Norte, La Pícola, Catatumbo, El Caujaro, Isla de Toas, Maraca, Zapara, y Sabaneta de Montiel, es decir, llevan ayuda a gente de tres municipios del Zulia.
«Luego del Servicio Dominical al que asisten entre 80 y 100 personas, a todas se les brinda almuerzo, se cubre lo corporal y también lo espiritual inculcándoles la palabra sagrada de Dios»,manifiestan.
Esta Fundación Ágape igualmente desarrolla jornadas medicas, oftalmología, medicina general, se visita a los enfermos en hospitales, se brinda atención a la familia, alimentan entre 80 y 100 niños todos los miércoles y luego les hablan de la palabra en la célula y comedor en el pequeño estacionamiento de la Casa Pastoral ubicada en la avenida 6 con calle 1, Mara Norte, segunda etapa, frente al sector 12 San Jacinto.
«Es una obra material y espiritual, realizamos lo que llamamos desayunos con propósito, colectamos y entregamos ropa, hacemos caminata con Jesús y voceamos la palabra de Dios a la comunidad, también atendemos la Fundacion Ágape Vida Animal, en fin, hacemos todo lo humanamente posible para brindar amor y tranquilidad a nuestros semajantes», afirman orgullosamente Espina y Cóhen.
Sin recursos
Aquí está el meollo del asunto, pues estos benefactores hacen malabares con sus sueldos de educadores, aportes de los servidores y de los dadores alegres y reciben una especie de apoyo de Living World en Español, la Iglesia matriz que les provee una partida.
No sabemos cómo lo hacen, demás está decir que es admirable, porque hacen magia con los escasísimos recursos con los que cuentan para realizar el sagrado compromiso de atender a tantas personas y niños y llevarles un mendrugo de pan y la palabra del Señor.
No tienen Iglesia, trabajan con lo poco o nada que tienen en la Casa Pastoral que es la casa de habitación de los esposos Espina y Cóhen y en estos momentos necesitan recibir ese amor y solidaridad que a diario entregan con el apoyo de aquellas personas que quieran ayudarles a construir su templo para seguir adorando a Dios.
«Para nosotros la Iglesia ha sido nuestra gran preocupaciòn, estamos enfocados en eso, pero no es fácil. En estos momentos hay una posibilidad, un terreno contiguo a la Casa Pastoral, pero pertenece a Inavi y tratamos de que nos lo cedan, ojalà y sea en Comodato para construirla, Dios nos ha traído hasta aquí y su tiempo es perfecto, él proveerá», expresan.
Y el llamado es a la empresa privada, a los gobernantes y a todo aquél que sienta la necesidad de reconocer con cualquier aporte a estos hijos de Dios que día a día dan testimonio de su desprendimiento, voluntad, servicio, entrega y amor al prójimo para así iniciar y construir la Casa para Dios que tanto anhelan.
«Tenemos fé y mucha esperanza, el Señor nos bendice y guía en que sí lo vamos a lograr para seguir ampliando nuestro servicio y adoración a Dios y así ampliar el comedor y construir una sala geriátrica para albergar a los abuelos. Todos los días nos acostamos felices del deber cumplido, pero igual persiste la preocupación del mañana por la falta de recursos, pero Dios nos acompaña».
Las redes sociales son @profeta_ginaespina, @fundacionagapevidaanimal, fundación_agapevenezuels para todo aquel que quiera seguir las múltiples actividades de bien que desarrolla este equipo de benefactores.
El Pepazo