Los lanzadores rapaces solo toleraron un inatrapable y guillotinaron a siete rivales
En un juego donde el pitcheo fue el principal protagonista de la noche, cada carrera anotada fue de vital importancia. La primera rayita del cotejo llegó en la parte baja de la tercera entrada, cuando Luis Castro, conectó un sencillo que trajo al plato a Miguel Villarroel.
Los insulares aprovecharon una pequeña brecha en el quinto tramo para igualar las acciones. Carlos Arroyo fue el encargado de traer la carrera del empate con un fly de sacrificio, que mandó a la caja registradora a Pedro Martínez.
En las postrimerías del encuentro, Eduardo Torrealba, dio un sencillo a la pradera central para comenzar la amenaza de los rapaces. Con un out en la pizarra, el lanzador de los Bravos de Margarita, Jesús Lage, se mostró descontrolado y, con un wild pitch, hizo que Torrealba pisara el plato, para darle la victoria a las Águilas.
El pitcheo rapaz estuvo realmente hermético este miércoles, pues, solo le permitió a la toletería insular un inatrapable. El pitcheo colectivo permitió una carrera, otorgó cinco pasaportes y abanicaron a siete contrarios.
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