La situación era (y todavía sigue siendo) sangrante. En la Conferencia Este, un lado del mapa NBA que solo tiene a cuatro equipos con un récord en el 50% de victorias o superior, había que descender ante el abismo de la clasificación para encontrar a los Milwaukee Bucks. En ese apartado destinado a los que pierden casi a propósito. Que suspiran por el unicornio (el próximo responde al nombre de Cooper Flagg, el niño que hace de todo de Duke) del próximo Draft y son barcos a la deriva. Pero ahí hay un transatlántico. El campeón de 2021, un favorito… y una racha de seis derrotas que por fin rompió ante los Utah Jazz (123-100).
Todavía viven con la alerta roja activada (2-6), pero los Bucks respiraron tras ser muy superiores a unos Jazz que tampoco funcionan. Bordearon el caos, porque Utah se marchó ganando al descanso (57-61), cosa que cambiaron en un buen tercer cuarto. Su defensa, con solo 16 puntos encajados, funcionó y en ataque tomaron Damian Lillard y Giannis Antetokounmpo el toro por los cuernos.
Lillard, al que todavía le queda por solventar esa discusión sobre sí su buen nivel hace mejor al equipo o no, anotó 34 puntos, con siete asistencias, cuatro rebotes y cuatro robos. Anteto se fue a los 31 puntos y 16 rebotes. Una línea estadística propia de sus mejores momentos, y los dos pilares claves a partir de los que Milwaukee puede creer.
La preocupación no existe aquí. Está fuera de este edificio
Su próximo duelo será uno importante, ante Nueva York. De necesitados. «Los Knicks más, porque sobre ellos tenemos expectativas», contó con crudeza el exjugador y ahora analista Kendrick Perkins. Hasta ahí llega Milwaukee, que ya saca la cabeza tras un inicio de lo más negativo de campaña.
OTROS RESULTADOS
NBA
Para recibir en tu celular esta y otras informaciones, únete a nuestras redes sociales, síguenos en Instagram, Twitter y Facebook como @DiarioElPepazo
El Pepazo/Marca