Josep Santacana ha sido condenado este miércoles 17 de enero a tres años y tres meses de cárcel. Así lo ha notificado la jueza de Barcelona, quien también ha declarado que se ha aceptado el acuerdo al que llegó Arantxa Sánchez Vicario con la Fiscalía y el Banco de Luxemburgo, por el que se le condena a dos años de cárcel (que eludirá por no tener antecedentes previos) y al pago de una multa de 6,6 millones de euros.

La sentencia, notificada a las partes este mediodía, deja como culpable al exmarido de la tenista, quien siempre se ha declarado inocente y ha pedido la absolución total de los cargos, lo que lleva a pensar que la recurrirá.

Termina así un proceso judicial que comenzó entre 1988 y 1989 cuando la deportista fijó su residencia en Andorra, un hecho que Hacienda decidió investigar y que terminó con una condena de pago de 3.487.216,50 euros.

Tras esta sentencia, la tenista pidió un aval al Banco Sabadell, que fue contraavalado por el Banco de Luxemburgo pero, cuando la entidad reclamó el pago de la cantidad se encontró con que la persona que en principio tenía un patrimonio de 30 millones de euros era insolvente, por lo que se presentó una querella por alzamiento de bienes.

Dardos entre Arantxa Sánchez Vicario y Josep Santana

Esta sentencia también pone fin a un sinfín de dardos entre la tenista y su exmarido, quienes se culpaban uno al otro de los delitos. «Estaba enamorada, confié en mi exmarido», declaraba la campeona al mismo tiempo que Santacana la acusaba de estratega: «Es una estrategia de cara al juicio para dar pena».