Ahora mismo, Dallas ni siquiera está en el play-in de una Conferencia Oeste donde todo puede pasar del sexto puesto al duodécimo
Apenas queda una decena de días para que finalice la temporada regular de la NBA. El 9 de abril se jugarán los últimos partidos y el 11 arrancará el play-in para decidir a los últimos cuatro conjuntos (dos por conferencia) que disputarán los playoffs.
Pero lo que popularmente se conoce como ‘la mejor época del año’ de la mejor liga del mundo, puede convertirse en un pozo de sinsabores para unos cuantas franquicias. Entre ellas los Mavericks de Luka Doncic.
La aseada clasificación del Este
La Conferencia Este está más o menos decidida, y tan solo quedan realmente en juego (aunque todo puede pasar) la segunda que se disputan Boston (2º) y Philadelphia (3º); la sexta por la que se pelean Brooklyn (6º) y Miami (7º) y la octava entre Atlanta (8º) y Toronto (9º). Sobre todo esta última, que tiene a ambos equipos totalmente empatados a seis encuentros del final.
‘Wild, wild West’
Mucho menos legible es el Oeste, donde hay la misma distancia desde el cuarto al décimo clasificado (3,5 partidos) que la que existe entre el quinto y el sexto en el Este. Esta ha sido la situación reinante durante prácticamente toda la temporada. Nuggets, Grizzlies y Kings (ya clasificados a playoffs de forma directa) lograron demarcarse, pero el resto ha sucumbido a la barbarie.
Esto deja un escenario en el que nueve equipos están involucrados en la pelea por el playoff y el play-in. Aunque es poco realista asumir que todos pueden aspirar a cualquiera de las siete posiciones aún en juego.
Quizás la situación más grave de todas sea la de los Dallas Mavericks (récord de 37-40), que ahora mismo están fuera del play-in a un partido de los Oklahoma City Thunder (38-39). De hecho, los texanos son los que peor inercia llevan entre sus competidores directos (siete derrotas en los últimos diez encuentros). Sus rivales directos deberían ser Utah Jazz (36-40), los mentados Thunder, Nueva Orleans Pelicans (38-38) y Los Ángeles Lakers (38-38).
Según ‘Tankathon’, una página especializada en calibrar la dificultad de calendario de cada equipo, los Pelicans son el equipo cuyos partidos restantes son más complicados, seguidos por OKC, Mavs y Lakers en ese orden. A Dallas le queda viajar a Miami y Atlanta; y recibir a Sacramento, Chicago y San Antonio.
En caso de triple empate entre Mavericks, Thunder y Pelicans, los resultados enlazados entre los tres y el récord ante equipos de la Conferencia Oeste (de momento) dejaría a New Orleans por encima de Dallas y Oklahoma respectivamente.
Haciendo caso al portal estadístico ‘PlayoffStatus’, los Mavs sólo tendrían un 48% de probabilidades de clasificarse a play-in. La misma fuente le otorga a Thunder un 27% de quedarse fuera del play-in, un 20% a Pelicans y un 17% a Lakers.
Estábamos en posiciones de playoffs y ahora pelemos por entrar al play-in. Claro que es frustrante
Luka Doncic, jugador de los Dallas Mavericks
Ayer los Mavs recuperaron las sensaciones perdidas durante las dos infames derrotas ante los Hornets que les metieron en el lío en el que se hallan. Pero sumaron una nueva derrota ante los Sixers. «Estábamos en posiciones de playoffs y ahora peleamos por entrar al play-in. Claro que es frustrante», dijo Luka en rueda de prensa.
Batallas de ricos
Un poco más arriba está la pelea por los dos primeros puestos de play-in y los dos últimos de playoffs, donde el calendario induce a sumar también a los Lakers. Actualmente, de quedar empatados entre los angelinos, Golden State (40-37) y Minnesota (39-38), el orden de clasificación sería justo el inverso: Wolves, Warriors y Lakers.
Clippers y Suns, que anoche hicieron los deberes derrotando a Grizzlies y Timberwolves respectivamente, deberían de respirar de aquí al final de campaña. Aunque, como viene siendo norma en el Oeste, dos derrotas seguidas cambiarían todo el panorama.
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El Pepazo/Marca