No parece difícil ir a la consulta del médico o de la enfermera a poner el brazo y dejar que nos midan la presión arterial. Y lo mismo si estamos en casa. Sin embargo, nada más lejos de la realidad, y es que seguir unas sencillas pautas y estandarizar en la consulta puede ayudar a conocer mejor las cifras de presión arterial y a controlarlas de forma óptima.

Errores al medir la presión arterial

Isabel Egocheaga, responsable del Grupo Cardiovascular de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG), explica a CuídatePlus que “la presión arterial varía momento a momento y necesitamos unos puntos de referencia que nos permitan saber cuál es la tensión real del paciente”. Si la medición no ofrece la realidad podemos sobreestimar la presión arterial y hacer un sobrediagnóstico o un sobretratamiento.

Así, cuando vayamos a tomarnos la tensión arterial a la consulta o si lo hacemos en casa hay que asegurarnos de:

• No hablar ni comer durante la medición.
• Evitar que la ropa oprima el brazo.
• Colocar el manguito en contacto directo con la piel, de 2 a 3 centímetros del pliegue del brazo-antebrazo.
• El brazo debe colocarse más o menos a la altura del corazón. Podemos colocarlo sobre una mesa.
• La espalda debe estar apoyada en el respaldo de la silla y en una postura cómoda.
• No se deben cruzar las piernas y los pies deben estar en el suelo.

Estas medidas ayudarán a tener una visión real de la presión arterial. Por ejemplo, hablar o no apoyar la espalda puede elevar esas cifras hasta diez milímetros de mercurio (mmHg). “Diez mmGg son muchos. Podemos pasar de tener una tensión por debajo de 140 a tenerla por encima. Ese paciente podemos considerar o bien que es hipertenso o que no tiene la tensión controlada si está recibiendo ya tratamiento”, explica Egocheaga.

La mejor forma de medir la presión arterial

Así que además de lo que hacemos durante la medición de la presión arterial, también debemos atender a lo qué ha pasado en los momentos previos. Por eso, en el documento Medida estandarizada de la presión arterial en la consulta y el domicilio, elaborado por SEMG, se establece que el paciente debe estar relajado y en un ambiente cómodo y a temperatura adecuada los cinco minutos anteriores a la medición.

Una vez conseguida esa relajación de cinco o diez minutos, tenemos que tener en cuenta otras cosas:

• La persona que va a tomarse la tensión no debe estar estresada ni con dolor.
• No se debe haber consumido café o bebidas estimulantes en los 30 minutos previos.
• No se debe haber realizado esfuerzos ni ejercicio físico.
• Debe permanecer en silencio y sin hablar.
• Debe tener la vejiga vacía.
• Usar el tamaño de manguito adecuado.

Egocheaga añade que lo ideal es tomar la tensión siempre por la mañana y sin haber desayunado ni tomado la medicación para la hipertensión. “Esto se debe a que así podemos ver el efecto de las pastillas de la toma anterior. Por eso aconsejamos que tomen la tensión por la mañana y por la noche. Así en función de cuando se toma la pastilla -mañana o noche- vemos el efecto de la medicación y si está protegido las 24 horas”.

¿Qué aparato hay que elegir?

Si vamos a tomarnos la tensión en casa deberemos comprar un aparato que esté validado. “Se suelen comprar aparatos que pueden estar homologados, que significa que están aprobados para ser vendidos en la UE, pero no validados. Validados quiere decir que una serie de organizaciones internacionales han comprobado que miden correctamente”. De hecho, hay algunos testados en poblaciones especiales como niños, embarazadas, personas mayores…

Desde la consulta, dice Egocheaga, nos pueden aconsejar sobre qué aparato es el más conveniente para nosotros.

Otro aspecto al que hay que prestar atención son los manguitos.Habitualmente los que acompañan al aparato son de tamaño estándar. Por eso Egocheaga aconseja que las personas “con el brazo grueso o con forma cónica utilicen un aparato de muñeca. Es importante poner bien la posición de la muñeca y que estén validados”. De esta forma se podrán obtener cifras fiables.

Estilo de vida

La hipertensión es una enfermedad pero también un factor de riesgo de enfermedad cardiovascular. Controlar las cifras permitirá reducir o evitar la aparición de otras complicaciones. ”Cuando diagnosticamos a una persona con hipertensión, ésta suele ser ya de por vida y crónica. Esa persona tendrá que estar siempre pendiente de su presión arterial y a veces hará falta tomar fármacos”, explica Egocheaga.

Sin embargo, no hay que olvidar acompañar esa medicación y las mediciones de estilos de vida saludable, que incluya tomar poca sal, hacer ejercicio, tener un peso adecuado y seguir un patrón alimentario de tipo mediterráneo.