Sus goles, la influencia en los éxitos del Real Madrid, su importancia y ese llegar al club blanco y parecer que lleva toda la vida vistiendo esa camiseta, ha sido el golpe de definitivo que le faltaba al internacional inglés para pasar a ser uno de los jefes del fútbol mundial. Este Balón de Oro le llega pronto para haber presentado su candidatura, pero promete pelea para los próximos. Como dijo Figo en su día: «La dimensión que se alcanza en el Real Madrid, no la logras en ningún otro sitio».

El jugador del Real Madrid, además, ha dejado por París el aroma de que en la próxima edición el premio gordo, es decir, el Balón de Oro, puede ser suyo o por lo menos pelear de una manera directa por él. Su decimoctavo puesto en la lista elaborada por France Football deja patente que ya es uno más entre los elegidos y que su aparición en la élite es para quedarse entre los mejores del mundo.

El ‘impacto Bellingham’

El fútbol mundial sabe que Bellingham no va a ser uno más, que su rendimiento en sus primeros meses en el Real Madrid invitan a pensar de que no es más que la presentación de lo que puede llegar a ser un centrocampista total, que cada partido que pasa se acerca más a ser un goleador letal, que tiene la portería metida en la cabeza.

«Quiero agradecer a todo el mundo por este premio. ¿El 5 de Zidane? Me queda mucho para llegar a lo que hizo Zidane, pero es un jugador que me inspiró. Este trofeo significa muchísimo y son muchas personas las que han sido importantes para que yo lo haya ganado», apuntó Bellingham tras ganar el galardón.,