La cercanía del una Copa del Mundo, que puede ganar con Francia, acecha a un jugador del que nadie puede dudar de su compromiso
Que el Real Madrid es uno sin Karim Benzema y otro cuando el francés esté en el campo no necesitaba del empate ante el Girona o la derrota en Leipzig para ser una verdad absoluta. Nunca ha tratado Carlo Ancelotti en ocultar esa realidad: «Decir que tenemos dependencia de Benzema es la verdad, no hay que ocultarlo. Estoy muy feliz de ser dependiente de Karim».
Para la final de mañana ante el Celtic, en la que el Madrid debe cerrar la primera plaza del grupo después del agónico empate en Varsovia ante el Shakhtar y el 3-2 en Leipzig, uno de los interrogantes que tiene el once del Madrid es la presencia o no de Benzema. La fatiga muscular que arrastra le hizo entrenarse ayer, al igual que Tchouaméni, al margen del equipo. Será en la tarde de hoy, cuando el equipo blanco se ejercite en Valdebebas, cuando se tenga más certezas sobre si el Balón de Oro puede estar o no frente a los católicos de Glasgow.
Ancelotti, como todos los entrenadores con jugadores que pueden estar en el Mundial, sabe que la cercanía de Qatar ya está en la mente de sus jugadores. Eso convierte los partidos que quedan -para los blancos, Celtic, Cádiz y Rayo- en territorio minado.
Un caso especial
Para Benzema, el año 2022 es especial. Campeón de Liga con el Madrid y máximo goleador, levantó en su país su quinta Champions, mejor jugador de la Liga de Campeones y con el Balón de Oro ya colocado en el salón de su casa.
Pero le queda por delante algo enorme: el Mundial. Si para cualquier jugador la Copa del Mundo es un momento marcado rojo en su carrera, esta lo es de manera superlativa para Benzema. De las tres que ha podido disputar, solo estuvo en la de 2014, cuando Francia cayó en Maracaná ante Alemania en los octavos de final y con un remate suyo al final que salvó con muchos apuros Neuer. En 2010 se quedó fuera de la lista de Domenech y en 2018 estaba castigado por el caso Valbuena. Esa decisión le privó de ser campeón del mundo y de jugar la final de la Euro en Saint-Denis dos años antes.
Sin dudas sobre su compromiso con el Madrid, parece lógico que Benzema mida los tiempos y riesgos para llegar sano a un Mundial en el que Francia para a la cabeza de los favoritos.
Es el mismo jugador que se negó a operarse aún a riesgo de no recuperar toda la movilidad del meñique de la mano derecha. La prioridad era el Madrid. O el que la temporada pasada forzó para jugar ante el PSG en París cuando venía de la lesión ante el Elche.
Pogba abre la puerta a Camavinga
La odisea de lesiones que vive desde hace tiempo Paul Pogba se ha llevado por delante sus opciones de estar en el Mundial de Qatar para intentar repetir la corona que logró Francia en Rusia con el hoy jugador de la Juve como pieza clave. Tras una lesión de rodilla, un episodio muscular le saca de la carrera mundialista. Con Kanté también fuera de lo que pueda elegir Deschamps, las opciones de Camavinga se disparan para estar en Qatar. Tchouamémi hace tiempo que es fijo.
El Pepazo/Marca