Tanto Anthony Davis como él se quedaron sin jugar. Al padre se le vio conversar con el hijo durante un tiempo muerto, pero no se involucró mucho más en la actuación. Es posible que en el siguiente partido, ante los Suns, LeBron tenga algunos minutos y los James puedan coincidir en pista. Sería historia de la NBA aunque se trata sólo de la pretemporada.

Hasta el momento de su canasta, el joven de 19 años y 1,88 metros llevaba un 0/5 en tiros de campo. Dentro de todas las pruebas que hizo el entrenador JJ Reddick, que también se estrenaba en un partido con los Lakers, Bronny disputó 16 minutos y además de esos dos puntos añadió un rebote, una asistencia, tres tapones y perdió un balón.

Después de la sesión de tiro, el base se mostraba tenso por su posible debut. «Por supuesto que hay nervios, pero estoy emocionado por salir y aprender de la gente que juega frente a mí y si tengo la oportunidad de demostrar lo que puedo hacer, lo haré».

Un defensor disruptivo

Al finalizar el choque, Reddick alabó el trabajo de su jugador, sobre todo detrás: “Me gustó lo que vi de Bronny. Puede hacer algunas cosas defensivamente con su tamaño que son realmente únicas, y creo que puede convertirse en un defensor muy disruptivo». Delante, ya es otra cosa: Todavía está tratando de descubrir quién es y ese es nuestro trabajo como programa de desarrollo de jugadores: desarrollarlo».

Los Lakers llegaron a perder por 20 puntos y tuvieron en el novato Dalton Knecht a su jugador más destacado, con 16, los mismos de Austin Reaves. Los titulares de los Wolves apenas jugaron el primer cuarto y lucieron los jóvenes Josh Minott (22), Rob Dillingham (21) y Luka Garza (20).