La buena noticia es que su detección precoz puede aumentar la supervivencia. Conoce cuáles son los síntomas.
En España, se trata del séptimo tipo de tumor más frecuentemente diagnosticado y la tercera causa de muerte por cáncer. La buena noticia es que en la última década la tasa de supervivencia global ha aumentado. Esto se debe, principalmente, a que se ha incrementado el diagnóstico en fases de la enfermedad más precoces (estadio I), y a los avances y mejoras de los tratamientos para esta enfermedad.
Pancreatitis, un factor poco conocido
Pero para que esto sea posible es fundamental conocer los factores de riesgo y los síntomas para detectar a tiempo este tumor y, en la medida de los posible, evitarlo.
Hoy por hoy, la causa de este tipo de tumor no se conoce con claridad, pero sí los factores de riesgo. Además de la edad, hay otros que deben tenerse en cuenta y que, en muchos casos, no se conocen.
Como apuntan los autores del informe, es importante saber que se observa que se diagnostica más en hombres que en mujeres y que la mayoría de las personas afectadas tienen una edad comprendida entre los 60 y 70 años, siendo menos frecuente en menores de 50 años.
Además del envejecimiento de la población, sobre lo que no se puede actuar, hay otros factores modificables que podrían estar detrás de este tipo de tumor:
Tabaco: es el factor de riesgo mejor conocido; causa entre el 20-25 % de los casos de cáncer de páncreas. El tabaco duplica el riesgo de cáncer de páncreas en personas fumadoras frente a las que nunca han fumado. En las exfumadoras, el riesgo decrece cuando cesa el consumo de tabaco, volviendo a un riesgo similar al de las personas que nunca han fumado tras 10-15 años sin consumir.
Obesidad: el riesgo en personas con obesidad aumenta hasta un 60 %.
Alcohol: en los últimos años varios estudios han demostrado una asociación entre este tipo de cáncer y el consumo de alcohol; especialmente, las personas que consumen más de seis bebidas alcohólicas al día tienen un incremento del riesgo de cáncer de páncreas de aproximadamente el 60%.
Diabetes mellitus de reciente comienzo: entre el 0,1 y el 0,7 % de las personas recién diagnosticadas con diabetes mellitus desarrollará un cáncer de páncreas en los dos años siguientes al diagnóstico. El riesgo varía con la edad y con el paso del tiempo, siendo mayor en el momento del diagnóstico de la diabetes y descendiendo en los dos años desde el mismo. Existen dudas sobre si la diabetes mellitus en estos casos podría ser la causa del cáncer o, por el contrario, ser originada por este y ser un signo de alerta. Hay estudios en marcha para valorar la utilidad de realizar pruebas a las personas diagnosticadas recientemente de diabetes para detectar precozmente el cáncer.
Diabetes de larga evolución: muchos estudios indican que existe una clara asociación entre la diabetes mellitus de diez o más años de duración y el cáncer de páncreas; elevándose el riesgo entre el 50-100 %. Lo que no está tan claro es si esta lo favorece o si las causantes pudieran ser otras características de la persona con diabetes, como la obesidad.
Pancreatitis: aumenta el riesgo dos o tres veces, particularmente la pancreatitis crónica. El riesgo es muy alto (más de 10 veces) en el primer año tras una pancreatitis aguda y, al igual que se sugiere para la diabetes mellitus, la pancreatitis aguda podría ser causada en estos casos por un cáncer de páncreas subyacente y ser un signo de alerta.
Historia familiar: el riesgo se duplica si se tiene un familiar de primer grado con cáncer de páncreas y aumenta hasta casi 7 veces si se tienen dos. Las probabilidades aumentan más de 17 veces, si hay tres o más familiares con cáncer de páncreas.
Síndromes hereditarios: aproximadamente un 10 % de los cánceres de páncreas están relacionados con alteraciones genéticas y se asocian a pacientes con antecedentes familiares de esta enfermedad, aunque en algunos casos no se identifican familiares afectados. El gen que con más frecuencia se encuentra mutado es BRCA2, que ocurre hasta en un 2 % de los casos sin historia familiar.
Cuáles son los síntomas de alerta
Los síntomas que nos hacen sospechar de la presencia de un cáncer de páncreas dependen fundamentalmente de dos cosas: de la localización y de la extensión del tumor. Como señalan los expertos de la SEOM, “es muy importante prestar atención a estos síntomas para aumentar el número de diagnósticos en fases iniciales”.
El 60 % de los casos se originan en la cabeza del páncreas y, por ello, “el síntoma más frecuente al inicio es la obstrucción de la vía biliar, que causa ictericia, responsable del tinte amarillento de la piel y las mucosas”. Este es el signo más frecuente del cáncer de páncreas. “El hallazgo más habitual durante la exploración de la persona afectada es la ictericia, que se acompaña de acolia (heces claras) y coluria (orina de color de un refresco de cola)”.
Además, señalan los oncólogos autores de la guía, “al explorar el abdomen se pueden palpar una masa abdominal que corresponde al tumor, un hígado grande, cuando existen metástasis hepáticas (hepatomegalia) y un bazo grande (esplenomegalia), si el tumor se localiza en la cola del páncreas. Cuando hay líquido en el abdomen (ascitis) este se muestra distendido”.
El resto de los síntomas son inespecíficos y suelen observarse en tumores extendidos:
Dolor abdominal: en más del 80 % de pacientes. Se origina en la zona del estómago y se irradia o extiende hacia la espalda o bien, en forma de cinturón, hacia los lados. Es un dolor intenso y profundo, y, a veces, con las características de un cólico. Puede ser continuo o intermitente y suele empeorar con la ingesta de alimentos y bebidas. La causa es la invasión por el tumor de estructuras próximas (nervios, especialmente los situados en el cuerpo o la cola del páncreas).
Pérdida de peso.
Falta de apetito (anorexia).
Saciedad precoz o digestiones pesadas después de las comidas.
Diarrea que puede contener restos de grasa (esteatorrea).
Náuseas y vómitos.
Estado de ánimo depresivo.
El cáncer de páncreas también puede manifestarse a través de complicaciones como las siguientes:
Diabetes de nueva aparición o mal control de una diabetes previa.
Trombosis, que a veces son de repetición y pueden aparecer antes del diagnóstico del cáncer.
Pancreatitis aguda.
Melenas: presencia de sangre digerida en las heces.
El Pepazo/Marca/Cuídate