El cáncer de próstata es el tipo de cáncer más frecuente en hombres en España, representando aproximadamente el 20 % del total de casos y la tercera causa de muerte por cáncer en varones, por detrás del cáncer de pulmón y de colon.
Este tipo de tumor se caracteriza por un crecimiento atípico y descontrolado de las células que conforman la glándula prostática y uno de sus principales factores de riesgo es la edad, al presentarse de manera más común en individuos mayores de 65 años. Sin embargo, como apuntó Victor Sacristán, del Grupo de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM) de Ejercicio y Cáncer y oncólogo médico en el Complejo Hospitalario Universitario de A Coruña, en la presentación de la campaña Moviéndonos por la salud, “a partir de los 40 años empieza a aumentar el riesgo”. Esta campaña impulsada por la SEOM y la Asociación de Cáncer de Próstata (ANCAP) y Bayer, con el apoyo de la Asociación Española de Urología (AEU) y la Sociedad Española de Oncología Radioterápica (SEOR), pretende visibilizar el impacto positivo del deporte en la recuperación y el bienestar de las personas con cáncer de próstata.
En este contexto, hábitos tóxicos como “fumar o beber alcohol”, informa, “aumenta el riesgo pero también la inactividad física”. Y es que, como en otros tipos de cáncer, el ejercicio reduce la incidencia de este tipo de tumor. Según datos de la SEOM, el ejercicio físico tiene el potencial de disminuir el riesgo de varios tipos de cáncer, incluido el de próstata, hasta en un 30%.
Pero no sólo eso, sino que también ayuda a los pacientes que tienen este tumor.
El colegio americano de medicina del deporte apunta a que realizar ejercicio físico se asocia con hasta un 33 % menos de riesgo de fallecer por cáncer en pacientes afectados por cáncer de próstata. Además, según datos de estudios preliminares, practicar 225 minutos de actividad moderada semanal podría reducir el PSA (o antígeno prostático específico, una proteína producida por las células de la próstata cuyo nivel en sangre puede ser un indicador importante en la evaluación de la salud prostática) y la proliferación tumoral en pacientes de cáncer de próstata, sugiriendo efectos beneficiosos en el control de la enfermedad sin efectos secundarios adversos.
Por último, la realización de actividad física en pacientes recién diagnosticados mejora la supervivencia y la calidad de vida de los pacientes afectados.
“Sabemos que la actividad física reduce la incidencia de este cáncer y sus variantes más agresivas, mejora la tolerancia a los tratamientos y disminuye el riesgo de recaídas”, expuso Sacristán. Además, “ayuda a mitigar los efectos de la terapia de privación androgénica y otros tratamientos tales como nuevos agentes hormonales, quimioterapia o radioterapia, mejorando la calidad de vida de los pacientes”.
Qué ejercicios son los mejores
A pesar de los múltiples beneficios a nivel físico pero también mental que supone el ejercicio físico en la población general y en los pacientes con cáncer de próstata en particular, la realidad es que son pocos los que practican alguna actividad física. En el caso de los pacientes, Miguel Ángel Berenguer Francés, representante de ejercicio y cáncer en la Plataforma de pacientes de SEOR y oncólogo radioterápico en el Hospital La Fe de Valencia y Génesis Care Valencia, asume parte de culpa al señalar que “no se suele recomendar o se hace sin unas pautas concretas que pueda hacer el paciente”.
Como expuso, “en España somos punteros en tratamientos oncológicos pero no estamos en el pelotón de cabeza de los tratamientos coadyuvantes, como la alimentación y el ejercicio físico, y esto, sin duda, es una pérdida de oportunidades”. En su opinión, tanto la prevención como la curación y la calidad de vida de los pacientes “mejoraría mucho si se recomendara más ejercicio físico en las consultas”.
Algo tan sencillo como recomendar y pautar unos ejercicios “ayudaría mucho” porque, como señaló, “los pacientes siguen las pautas que les marca el oncólogo”.
En cuanto a los ejercicios más recomendados, Berenguer recordó que “no basta con andar o hacer 10.000 pasos al día porque no es lo que se anda sino cómo se anda”. Si se hace de forma vigorosa “sí cuentan” pero hay que hacer algo más.
Así, el experto recomendó “combinar ejercicio aeróbico con ejercicios de fuerza, sobre todo del tren inferior (las piernas)”. ¿Por qué? Porque la masa muscular es uno de los parámetros más afectados por el tratamiento con quimioterapia. De hecho, hay estudios que dicen que los pacientes que no hacen ejercicio durante cinco días pierden hasta un 3,5% de masa muscular y un 9% por ciento de fuerza. De ahí la importancia de este tipo de ejercicios tanto para prevenir como para un tratamiento coadyuvante.
Desde la Asociación Española Contra el Cáncer aconsejan entrenar así:
Aeróbico: 150-180 minutos/semana intensidad regular a moderada
Fuerza: 2 días/semana 6-8 grupos musculares
30 minutos diarios de ejercicio en actividades de la vida diaria.
Algunos ejemplos de ejercicios de fuerza son aquellos que se realizan con pesas, con gomas de resistencia, sentadilla con peso, peso muerto o con el propio cuerpo como sentadillas, zancadas…
Los ejercicios de fuerza se deberían realizar, como mínimo, 2 días a la semana
Seleccionando 6-8 grupos musculares grandes
Realizando 3 series de entre 8 y 12 repeticiones con recuperación entre cada serie
En el caso de pacientes prostactemizados, desde la asociación señalan que “se deberá especial atención a la selección de los ejercicios y al modo de ejecución para evitar que su realización genere un aumento de presión que favorezca episodios de incontinencia urinaria”.
Los deportes menos aconsejados para la próstata
Y es que, como señaló Carmen González Enguita, directora de la oficina del paciente de la AEU y jefa del Servicio Corporativo de Urología HU Fundación Jiménez Díaz y Hospitales de Asistencia Pública del Grupo Quirón-Salud (Madrid), “hay ejercicios que no son nada recomendables para la próstata y que pueden llegar a ser peligrosos para los hombres”. Se trata de todos ellos en los que “se dan pequeños golpes en la zona de la próstata”. Esto, informó la experta, “además de incomodidad está dañando la salud prostática y promoviendo trastornos miccionales”.
Ejemplos de estos deportes son:
Ciclismo
Motociclismo
Equitación
El consejo de la experta es “consultar con profesionales de la actividad física y el deporte para que les asesore sobre qué ejercicios son mejores en estos casos”.
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