«Me pongo gafas y ya está…». El campeón indiscutido del supermedio hace siempre lo mismo las mañanas después de un combate
No importa lo dura que sea la batalla -y cómo transcurra el festejo posterior-, que la ‘adicción’ de Canelo a cierto deporte ha generado un hábito en él: según ha contado en Golf Digest, juega al golf todas las mañanas después de sus combates. Dado que casi siempre pelea en Las Vegas, Álvarez ha convertido al exclusivo campo de Shadow Creek en el ‘templo’ al que se escapa para relajarse… o frustrarse.
Tras un pelea, cuánto tardas en volver a jugar al golf, le preguntan a Canelo: «Al día siguiente… después de cada combate», respondía el púgil. «Donde más he jugado es en Shadow Creek», afirmó. También reveló que el domingo 5 de mayo, «ya tengo tee time, a las 11 o 12». ¿Y cómo es llegar después de un combate a un club tan distinguido como este? «Un día fui con un corte aquí [en la ceja]. Me pongo gafas y ya está. La primera vez que fui a Shadow Creek y me vieron llegar después de la pelea, dijeron: ‘¿Qué coño?’. Disfruto mucho, no podría no hacerlo».
Este campo situado al norte de Las Vegas es de sobra conocido dentro del mundo del golf. El complejo fue creado por el multimillonario Steve Wynn, quien abría sus puertas sólo a quien a él le apetecía invitar. Hoy en día es propiedad de MGM Resorts International, pero el club está abierto al público de lunes a jueves, si bien jugar cuesta 1.000 dólares durante su temporada alta. El resto de días se acude con invitación. Eso sí, es obligatorio estar hospedado en un hotel MGM para poder acceder. Una de sus singularidades es que sólo se puede acceder en una limusina que saldrá desde un MGM. Recordemos que este campo acogió el primer torneo ‘The Match’: Tiger vs. Phil
El Pepazo/Marca