Bob Cousy, leyenda de los Boston Celtics en aquellos fastuosos años 50 para los ‘Orgullosos Verdes’ en los que fue, por ejemplo, MVP de las Finales del 59, habla con toda la franqueza del mundo. «Tengo jodid** 95 años. Un pie en la tumba y ya casi ni me muevo. Estoy en mi prórroga. Así que todo lo que viene es más que significativo. Y una de las últimas cosas que me gustaría ver es a los Celtics ganar ese campeonato número 18«, dice. Deseo concedido, mito. Los Celtics son campeones tras barrer a los Dallas Mavericks en las finales de la NBA (4-1).
Estoy en mi prórroga. Así que todo lo que viene es más que significativo. Y una de las últimas cosas que me gustaría ver es a los Celtics ganar ese campeonato
Bob Cousy
Frases para el recuerdo o no, lo cierto es que Cousy resume qué son los Celtics y qué es Boston. Una cultura deportiva del éxito, del triunfo todos los días. Del ganar antes de preguntarse el cómo. Y Boston, tras una sequía de 18 años, lo hizo. Adelantan, con 18 títulos, a su rival histórico Los Ángeles Lakers y responden a la presión de mitad de la temporada con el paso más importante por la joyería. El del título.
Porque en términos de seguir siendo la realeza le costaba, últimamente a Boston. Los Lakers igualaron tras el doblete de anillos de la dinastía de Kobe Bryant y Pau Gasol, y ese controvertido título de la Burbuja de Orlando. Además, se sumó la Copa NBA que el oro y púrpura venció, hace no muchos meses, en Las Vegas. Había presión, pero responden con un título. Y qué título: el de una generación que, de verdad, se lo merecía.
Todos eran hijos de esa presión que desde 2008 crecía. Pero el baloncesto había cambiado y Boston supo generar una plantilla fuera de lo común que pasó de perder una final con claridad con Curry y los suyos, a vapulear a toda la NBA. Un récord desorbitado, unos Playoffs brutales con solo dos derrotas en el camino a la final y la batalla por el título perfecta. Sin conocer la derrota.
El Pepazo/Marca