Sólo en 15 de 150 ocasiones un equipo que perdía 0-3 consiguió llegar hasta el penúltimo partido

EUGENIO MUÑOZ F.

El que no tiene fe es un hombre muerto parecen decir los Boston Celtics. El equipo del orgullo verde hizo de su TD Garden un fortín en el quinto encuentro de la Final de Conferencia Este y alarga la búsqueda de un imposible tras tumbar por 110-97 a unos Miami Heat que no lo tendrán nada fácil. El imposible, más cerca. La serie ya es historia de la NBA.

Porque la complejidad de dar vuelta a un 0-3 es elevadísima. Sólo 15 veces de 150 se ha conseguido alargar esa batalla hasta un sexto encuentro, eso es lo que consiguen los Celtics. El número de remontadas es de 0 en 150. La cuarta vez de la post-temporada en un vida o muerte, las cuatro ganadas. Nunca había ocurrido en la franquicia de las banderas incontables colgadas de su pabellón. El equipo, como mínimo, tiene licencia para creer. «Del no nos dejéis ganar uno», al «estamos contra la pared una y otra vez y seguimos juntos», que defiende su técnico, Joe Mazzulla. El discurso evoluciona, los Celtics también.

Porque parecen un equipo nuevo en la final de Conferencia. Nuevo o ya visto durante la temporada, sólo que saliendo sus mejores argumentos. El de la defensa, más física, estableciendo el tono pronto, robando 13 veces y ganando la lucha por el rebote (37-36). Y el de una anotación repartida, en excelso movimiento de balón. Con cuatro jugadores marchándose a más de 20 puntos (24 White, 23 Smart, 21 Tatum y 21 Brown), la primera vez que lo consiguen en la temporada.

Los Celtics dominaron el quinto, a pesar de no ser tan espectacular en ataque como en otras ocasiones. Tatum y Smart construyeron un potente 20-5 (4′) de salida prometedor. Sin un Butler a tanto nivel (14 puntos) como en la serie, Miami tiró de la inspiración de Duncan Robinson, con 11 puntos muy seguidos en el segundo cuarto para meterse. Pero apareció Jaylen Brown, más acertado desde fuera y preciso en situaciones límite como rebote ofensivo y transición tras robo, además del acierto cada vez que se necesitaba de Smart y White. Máxima de 20 puntos, planteamiento perfecto (41-61, 23′).

Tras la reanudación, el mismo planteamiento ganador. Reparto en la anotación, pero momentos de Tatum, y triples de Smart y White cuando debían pisar el acelerador. El ex de los Spurs metió el decisivo con los titulares en cancha, y Hauser apareció con un último para que Miami Heat que recortó a 10 se viese cortado. Al sexto, los Celtics están preparados.