El mundo del deporte aún no ha olvidado la exhibición de Stephen Curry en la final olímpica ante Francia. Sus triples en el momento decisivo del último cuarto terminaron por acabar con la resistencia de los galos y llevaron al Dream Team al oro. A casi nadie le sorprendió ese trance anotador en el que entró la estrella de los Warriors. Al fin y al cabo ha sido su ‘modus operandi’ durante toda su carrera en la NBA… e incluso mucho antes.
Ya siendo un niño no pocas veces dio muestras de que su muñeca y su precisión en los lanzamientos le iban a llevar muy lejos en esto del baloncesto. Nació en Akron, Ohio, pero pasó gran parte de su infancia en Charlotte, Carolina del Norte. Su padre, el exjugador Dell Curry, jugó allí durante la mayor parte de su carrera y su hijo Steph creció inmerso en el ambiente de la NBA. Se pasaba todo el día tirando a canasta, acompañaba a su padre a algunos entrenamientos y a sus partidos. Y cuando apenas tenía 7 años, ya era un tirador a tener en cuenta.
Eddy Johnson ‘sufrió’ al niño Curry
Puede dar fe de ello Eddie Johnson, que jugó durante 17 años en la NBA y en 1989 ganó el premio al Sexto Hombre del Año. Su etapa más corta fue con los Hornets. Estuvo allí solo una temporada y jugó 73 partidos en total para ellos con promedios de 11,5 puntos, 3,1 rebotes y 1,7 asistencias por partido con un 45 % de acierto en tiros. Era compañero de equipo de Dell Curry, y ahora ha rescatado una anécdota que resalta la grandeza de Stephen Curry ya cuando era niño.
Ese niño estaba lanzando tiros desde la calle… Y entraban… Empezamos a jugar un partido al mejor de 10 y el chico empezó ganándome 7-0
«Ese niño estaba lanzando tiros desde la calle… Y entraban… Empezamos a jugar un partido al mejor de 10 y el chico empezó ganándome 7-0. Le dije: ‘Espera’… Estoy en la NBA. Entonces me puse en plan perro viejo, empecé a retroceder y a hacer canastas. Él se enfado mucho, pero no le dejé que volviera a tirar. Gané el partido y él se quedó fastidiado», cuenta Johnson.
Dell, que ya conocía de sobra las habilidades de su hijo, tenía el presentimiento de que su entonces compañero de equipo tendría dificultades para superar al niño en el aro de su casa. Y es que a los siete años Steph ya dejaba entrever la dureza de un profesional y casi le sirve para vencer a un escolta de la NBA en su mejor momento durante un partido de ‘uno contra uno’.
Un talento natural innato
Se sabe que los jugadores de la NBA empiezan a jugar desde muy jóvenes, pero Curry puede haber sido un caso muy especial. El hecho de que casi venciera a un tirador profesional de la NBA a esa edad dice mucho sobre su talento natural, casi innato. De alguna manera, incluso antes de cumplir los 10 años, Curry sabía cómo lanzar desde larga distancia y eso era suficiente para mantener alerta a los mejores jugadores del mundo, como Eddie Johnson.
Especial desde su niñez
Después de promediar 26,4 puntos por partido la temporada pasada, Curry sigue estando entre los mejores de la NBA y se espera que siga liderando a los Warriors durante los próximos años. Es una auténtica leyenda generacional y desde su niñez, como prueba esta anécdota, ya dio señales de que iba a ser un jugador muy especial.
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El Pepazo/Marca