Una obra de arte al instante. Eso hizo Stephen Curry para ganar a los Suns a falta de siete décimas (113-112). El base de los Warriors anotó un triple desde 10 metros que ya forma parte de su particular galería de genialidades. Con 3,3 segundos por jugarse, su compañero Brandin Podziemski puso el balón en juego alejando el balón de la línea del triples de Phoenix. Bradley Beal buscó el robo, pero no llegó y se quedó vendido. Devin Booker llegó tarde al tiro.

Pero Curry atrapó el balón mirando de espaldas al aro y aún debía darse la vuelta. Sabía perfectamente lo que debía hacer. A una velocidad vertiginosa encaró la canasta, lanzó y, como temían los Suns, la metió. Imposible para los mortales. La normalidad para él. «Fue sólo memoria muscular para lanzar. Se vive con eso», aseguró.

Décimo tiro ganador en la carrera de Curry

Los Warriors pasan por su mejor momento de la temporada. Han ganado cuatro partidos seguidos y seis de los últimos siete. Por primera vez desde el 25 de diciembre están en el 50% de victorias (25-25). Y, lo más importante, tienen Curry, que ha metido 72 puntos con 20/32 en triples en los dos últimos encuentros. A los 35 años, su magia permanece intacta. «Es el mejor base de la historia y Top 5 de todos los tiempos», sentenció Durant tras el partido.