El exjugador del Barcelona, asistido por el abogado Critóbal Martell, aduce que mintió para ocultar la infidelidad a su mujer
El exfutbolista del Barça, Dani Alves, ha declarado por segunda vez este lunes, a petición propia, ante la jueza que le investiga por violar presuntamente a una joven de 23 años en el baño de la discoteca Sutton de Barcelona, tres meses después de ingresar en prisión por la supuesta agresión sexual.
El brasileño ha reconocido en su declaración ante la jueza, que se vio retrasada por cuestiones administrativas y que duró menos de media hora, que mantuvo relaciones sexuales con penetración y consentidas con la joven que lo denunció por violarla y ha aducido que mintió en su primera declaración para ocultar su infidelidad ante su esposa.
Según han informado fuentes jurídicas, el futbolista, que está en prisión preventiva desde el pasado 20 de enero, esgrimió en su primera declaración ante la magistrada hasta tres versiones distintas de los hechos. Sin embargo, ha reconocido hoy por primera vez que mantuvo relaciones sexuales con la joven por vía vaginal -hasta ahora solo había admitido una felación- pero que fueron consentidas.
El jugador brasileño, para quien la juez dictó prisión sin fianza cuando le interrogó tras su detención, ha solicitado volver a dar su versión de lo sucedido ante la magistrada, en base a un artículo de la ley de enjuiciamiento criminal que permite a un investigado declarar cuantas veces crea oportunas durante su proceso penal.
Precedentes
Dani Alves, que en esta ocasión ha sido asistido por el letrado Cristóbal Martell, ha intentado aclarar su relato de los hechos ante la magistrada, después que en su declaración del pasado 20 enero, en la que estuvo asesorado por la abogada Miraida Puente Wilson, alternara distintas versiones de lo sucedido.
En esa comparecencia, el deportista mantuvo inicialmente que no conocía a la víctima, admitió después que coincidió con la joven en el baño de la discoteca sin que sucediera nada entre ellos y finalmente, cuando la jueza confrontó sus explicaciones con las pruebas biológicas, sostuvo que la chica le había practicado una felación, de forma consentida.
El futbolista justificó los vaivenes de su relato aduciendo, primero, que quería proteger a la joven y, posteriormente, que pretendía ocultar la infidelidad ante su esposa, la modelo Joana Sanz, quien el mes pasado anunció a través de las redes sociales su intención de separarse de él tras ocho años de matrimonio.
En el recurso que presentó, sin éxito, para salir de prisión- firmado ya por el letrado Cristóbal Martell-, el deportista brasileño se aferró a la versión de que mantuvo relaciones sexuales consentidas con la denunciante, sin más concreciones.
Las pruebas de ADN confirmaron que la joven tenía restos de semen de Alves en la vagina, lo que contradice la última versión del futbolista ante la juez, en la que solo admitió sexo oral.
De hecho, las distintas versiones de los hechos que blandió el futbolista ante la juez y las contradicciones entre su relato y las pruebas biológicas, frente a la congruencia de la declaración de la víctima, fueron uno de los principales motivos por los que la instructora acordó su ingreso en prisión, sin fianza.
Tras la nueva declaración del acusado, en la que previsiblemente tratará de dar una explicación a las contradicciones apreciadas por la jueza, la defensa podría volver a pedir la puesta en libertad provisional de Dani Alves, con las medidas cautelares que la justicia considere oportunas.
El pasado 21 de febrero, la Audiencia de Barcelona acordó mantener en prisión preventiva a Dani Alves, al apreciar un «elevado» riesgo de fuga y estimar que los indicios que le inculpan son «severos» y «diversos».
El futbolista está acusado de haber violado a una joven de 23 años en el baño de un reservado de la discoteca Sutton de Barcelona al que la invitó, junto a dos amigas suyas, la noche del pasado 30 de diciembre.
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El Pepazo/Marca/EFE