El futbolista, además de esta medida cautelar, ha tenido que entregar sus dos pasaportes, el español y el brasileño, para reducir el riesgo de fugar. Dani Alves tampoco podrá acercarse a menos de un kilómetro de la víctima ni tampoco puede ponerse en contacto con ella a través de ningún medio. La sentencia no es firme, ya que está en marcha un recurso en el Tribunal Superior de Cataluña.

La imagen de Dani Alves firmando en los juzgados de la Ciudad Condal podría convertirse en algo habitual durante bastantes meses. De hecho, la previsión es que el caso no tenga una sentencia firme hasta pasado un año desde esta fecha, ya que la causa puede llegar, si las partes así lo consideran, hasta el Tribunal Supremo. El brasileño está en su casa de Esplugues y no puede abandonar el territorio nacional.

La visita de Dani Alves a la Audiencia de Barcelona apenas ha durado unos diez minutos. El futbolista ha estado acompañado, además de por su abogada, por su amigo Bruno Brasil, que conducía el coche. Bruno estuvo con el futbolista en la noche de la violación, el 30 de diciembre de 2022 en la discoteca Sutton de la Ciudad Condal, y testificó en el juicio. Ha sido una de las personas que más han arropado a Alves en este proceso. En las imágenes captadas por las cámaras se escuchan gritos de «violador» hacia el jugador.