Raiza Vargas
Una perra de salvamento que le tenía miedo al agua logró superar su temor y se convirtió en una buceadora de aguas profundas, inclusive «bate récords mundiales», según su dueño.
Hace cinco años, Bjorn Schembri acudió a un centro de salvamento canino en busca de un cachorro y conoció a Misa, una perra de caza mestiza.
Bjorn vivía cerca de la playa y quería llevar a Misa a jugar en el agua, pero se dio cuenta que el can le tenía miedo al agua.
En la medida que se sintió más cómoda con su dueño, el miedo se transformó y se convirtió en una buceadora de aguas profundas a la caza de guijarros.
«Pensé: ‘Tengo que hacer algo al respecto. Porque si va a ser mi perra, tiene que gustarle el mar’. Al final, jugaba con ella junto al mar, en las rocas, le tiraba juguetes y ella iba a buscarlos y volvía a mí. Un día se le cayó una piedra en un charco y, para seguir jugando conmigo, se zambulló y la cogió», dijo Bjorn.
A partir de ese momento empezó a ponerla a prueba tirándole piedras en charcos cada vez más profundos y Misa respondía positivamente.
A medida que el buceo alcanzaba profundidades cada vez más impresionantes, Bjorn decidió compartir sus hazañas en TikTok, incluyendo imágenes de ella buceando hasta 4,5 m de profundidad para recoger piedras del fondo marino.
Esto supera el Récord Guinness de buceo con perros de 4 m, y aunque el talento de Misa aún no ha sido reconocido oficialmente, Bjorn no duda de que batirá el récord, pues se convirtió en una perra buceadora.
«Sería estupendo que acabaran reconociéndoselo, porque bucea muy profundo», dijo.
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El Pepazo/2001/Con información de DPA.