Novak Djokovic presenta estadísticas que asustarían a cualquiera. No al joven Dino Prizmic, un croata procedente de la fase previa y que el año pasado se dio a conocer con el título en la prueba júnior de Roland Garros.

Prizmic, procedente de la previa, fue capaz de robarle un set al vigente campeón del Open de Australia. Fue el segundo para firmar las tablas en el marcador.

Lo que pasa es que Djokovic supo atajar la rebelión a tiempo (6-2, 6-7, 6-3 y 6-4) para seguir invicto ante rivales de la ‘qualy’ en los Grand Slam’: 25 partidos y 25 triunfos.

Prizmic demostró tener madera de campeón porque tuteó al número uno mundial a pesar de tener que ser vendado en su muslo izquierdo nada más empezar y lucir otra protección en su brazo derecho.

Con la complicidad de la repleta grada de la Rod Laver Arena, donde ‘Nole’ no pierde desde los octavos de 2018 con Hyeon Chung, el tenista natural de Split puso nervioso a un Djokovic que desaprovechó un 2-0 en el tercer set.

Dino incluso se fabricó tres opciones para el 2-3. Falló las dos primeras. Acertó con la tercera.

El pupilo de Goran Ivanisevic buscaba cambiar la dinámica y empezó por cambiarse la camiseta. Del azul pasó al blanco.

Después de un primer susto, el balcánco se cruzará en la segunda ronda del miércoles con el ganador del partido entre los locales Alexei Popyrin y Marc Polmans. Eso ya será el miércoles.