Silvestre Ovalles
Amazonas – Venezuela
Continuando con el estudio de la colonialidad que iniciamos en la anterior entrega; debemos dejar en claro que este fenómeno es una herencia involuntaria de nuestro pasado colonial y que sus estructuras permanecen fortalecidas muchas veces disfrazadas de tradiciones y aceptadas por nosotros por imposición familiar o social.
También hay otro tipo de colonialidad a tomar en consideración: aquellos individuos que desean ser abiertamente colonizados, que anhelan la llegada de una potencia imperial que los someta. En su imaginario, el invasor los liberaría y les daría un mejor estilo de vida. Esto se debe a la acción de una maquinaria de propaganda especializada y multiforme, diseñada para fortalecer una estructura, que impuso las normas de cómo el individuo debe relacionarse con el poder y las funciones de gobierno. No se concibe la posibilidad de autodeterminación porque la colonialidad exige sometimiento a un soberano exterior.
Estos señores viven copiando el modelo importado de su preferencia, tienen en sus muros (físicos y digitales) la bandera de la potencia que anhelan y se agrupan entre iguales; fundan partidos políticos cuyos contenidos programáticos (si es que los tienen), son meramente entreguistas y lambiscones; haciendo que estos partidos funcionen como franquicias de partidos extranjeros, recibiendo fondos y recursos; convirtiéndose en una avanzada para los propósitos colonizadores.
En esta avanzada, con el cuento del gobierno de transición de por medio; pidieron sanciones económicas para Venezuela, entregaron importantes activos en el exterior, hicieron un festín con los recursos de todos los venezolanos; con CITGO, Monomeros, entre otros y ya tenían listo el acuerdo para entregar nuestro territorio esequibo, sobre el cual tenemos derechos legítimos e indiscutibles.
Cuando en el seno de estos partidos franquicia hay diferencias de enfoques, se exacerban las posiciones radicales, o se enfrentan por cuotas económicas o de poder; se dividen entre sí, creando otros partidos de acuerdo a sus intereses; reagrupandose, solo cuando quien financia desde afuera les impone un agenda.
En Venezuela han intentado todo tipo de agendas y recurrentemente, la desesperación y frustración de su fracaso, ante la unidad Cívico Militar y la firmeza del Gobierno Bolivariano; los empuja por el camino de la violencia política y social; la agenda desestabilizadora de la paz de la república.
En los próximos días Estos partidos obedientemente realizarán un disparatado evento que han denominado «primarias», para escoger el candidato presidencial unitario. Con toda suerte de candidat@s de mayor y menor alcance en términos de prontuario violento; otr@s que ni siquiera pueden competir por estar inhabilitados por varios años, debido a una sanción administrativa (corruptos, choros, prevaricadores de oficio). La intención es justificar la violencia alegando haber agotado la vía democrática.
Sí la intención fuera la paz y la democracia, hubieran aceptado el acompañamiento técnico del Poder Electoral, inadmitiendo candidat@s imposibilitados de competir y elevando el nivel del debate a una confrontación de modelos. Pero la intención verdadera es «ir hasta el final», hasta el final de la paz, de la Patria y del Modelo Bolivariano, por medio de la violencia si es necesario, como en las aciagas horas del carmonazo. Es la misma agenda en otros tiempos.
Los venezolanos debemos hacer un ejercicio retrospectivo: Ha sido la Revolución Bolivariana la garantía de paz a un en los tiempos más difíciles; la garantía de una redistribución justa de la riqueza qué nos elevó a niveles de bienestar que nunca tuvimos. Hasta que la incapacidad política y la vocación servil y entreguista se adueñó de la oposición y se impuso la agenda de la conspiración económica que tanto nos ha dañado.
Ellos seguirán adelante con su plan violento y su comedia de primarias. El pueblo no los va a acompañar ni en lo uno, ni en lo otro; el venezolano ha pasado por mucho y sabe que la Patria hoy más que nunca necesita la paz y el trabajo de cada uno de nosotros para salir adelante, para innovar, para producir. Estos factores colonizadores internos no podrán con la conciencia de hombres y mujeres que llevan en si mismos, aquella llama sagrada que libertó a todo un continente.
La Vanguardia es fundamental en esta lucha, nuestras estructuras medias y de base, l@s cham@s. No nos vamos a prestar para el chantaje que pretende ocultar la violencia. Con el Pueblo, con las UPPAZ; derrotaremos nuevamente la agenda colonizadora. Venezuela esta de pie y nosotros, luchando, entrenando, estudiando, construyendo, produciendo y EDUCANDO A LA VANGUARDIA.
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