Silvestre Ovalles
Amazonas – Venezuela
En la escuela nos enseñaron a rayar con barras inclinadas, aquel territorio extraño llamado «Zona En Reclamación». Estas rayas eran todo lo que había que decir sobre la Guayana Esequiba: no nos permitió aquel sistema educativo, conocer su relieve, extensión, hidrografía, composición social, biodiversidad; ni nada más allá, del hecho de saber que estaba en reclamación. Ni por quien, por qué o ante quién.
Nos ocultaron aquella octava estrella de la provincia de Guayana, con el Esequibo incluido; que decretó el Libertador para nuestra bandera. Nunca nos pintaron a los ingleses como enemigos; salvo en el caso del bloqueo naval, en el gobierno de Castro, del cual nos dijeron que pagamos y se fueron. La historia venezolana era extraña, pragmática, como compuesta de hechos lógicos pero automáticos.
Bolívar era el prócer, sagrado, alto; con frases sueltas y rimbombantes para los actos oficiales; pero sin doctrina, el bolivarianismo era visto como una anomalía ideológica de algunos románticos. Casi 200 años tratando nuevamente de someter a Venezuela fueron necesarios para, Chávez mediante; iniciar una Revolución Bolivariana, cuyo primer logro fue convertir a Bolívar en humano, padre nuestro, hermano de tod@s.
Chávez como investigador acucioso de Bolívar fue desentrañando los misterios y las oscuridades en torno a la Doctrina Bolivariana y apoyado por un pueblo noble, logró que esa fuera la nueva identidad de la Patria, la auténtica; ahora hecha constitución.
Luego apareció la otra historia, la real; la que contaban los abuelos, aquella qué el pueblo documentó, carente de aquella revisión curricular, de gobiernos serviles al sistema de dominación.
La victoria de la Patria es la identidad y la conciencia alcanzada en estos últimos años de ejercicio de la democracia participativa y Protagónica. Y de estos años de resistencia contra el imperialismo; que nos ha agredido en todas las formas perversas que ha podido diseñar; por el simple hecho de querer ser libres, autodetesminarnos y defender lo nuestro.
Hoy estamos en batalla, por nuestro derecho histórico sobre el territorio de la Guayana Esequiba y una vez más toda la Patria se ha vuelto una escuela. Un curso intensivo sobre la controversia territorial de desarrolla de manera permanente y simultánea en todo el país; haciendo brotar el conocimiento originario, el sentimiento patrio y sobretodo la identidad clara del enemigo.
Aquellas barras oprobiosas de la zona en reclamación, las está derrotando el pueblo con versos, murales, canciones, ciencia y desarrollo; con movilización de todos los sectores de la venezolanidad; de toda nuestra diversidad social. El 3D coronaremos con votos la más grande victoria de la Patria desde la gloria de Carabobo. No es poca cosa: sino un derecho histórico, que se ha convertido en la bandera de lucha de todo un pueblo, consciente de que el camino para la resolución definitiva, es la paz.
Pronto aquella porción extraña de territorio, de la cual no nos permitieron saber nada, será parte activa de nuestra cotidianidad como estado; enriqueciendo nuestra composición social, integrando a otros pueblos originarios, que serán amparados por un marco constitucional que los convertirá en ciudadanos y no en súbditos de un rey o una transnacional petrolera. Hoy sabemos mucho más sobre nuestra Guayana Esequiba. Ya nos empieza a pertenecer en la conciencia: Esa es otra victoria de la Patria.
La vanguardia que no desmaye, nuestros jóvenes deben empujar porque la educación vaya más allá en este tema, que el Esequibo sea materia obligatoria a todos los niveles. Después del 3D hay que apropiarse intelectualmente de ese 15% de territorio que nos pertenece. Producir cultura, relacionarse, integrarse de manera plena y desarrollar en función de la preservación ambiental, de esta otra porción nuestra de selva tropical.
Ya la Patria ganó, el próximo 3D, millones de venezolanos ratificaremos mediante el sufragio, que lo nuestro se respeta. Esta es una lucha histórica, un proceso de construcción social donde todos estamos convocados; ante esto el voto es fundamental como punto de inflexión, pero no lo es todo, es parte del proceso. Es la vanguardia, la juventud de hoy, quien consolidará esos plenos derechos y coronará de gloria a Venezuela derrotando una vez más la agresión colonialista del imperialismo. ¡Toda la Patria una ESCUELA! , que ¡el Esequibo es Nuestro!
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