Además, defendiendo alejado del aro y forzando malos lanzamientos, ya sea contestando a distancia o negando el acceso libre hacia el aro. Un impacto defensivo descomunal. Y el frío dato, Warriors lanzó 4-17 en tiros de campo ante Davis. Más allá de los simples números.
No ha sido el partido ni de LeBron James (22 puntos, 9-24 en TC, 11 rebotes) ni de Stephen Curry (27 puntos, 10-24 en TC). Aún así, Davis estuvo bien acompañado por D’Angelo Russell, con 19 puntos (9-19 en TC) y Dennis Schroder, con oros 19 (5-10 en TC). En el lado local, el mejor fue Jordan Poole, con 21 puntos (6-11 en T3). Klay Thompson, al igual que Curry, muy fallón: 25 puntos, pero con un pobre 9-25 en TC. Destacar a Kevon Looney, con 10 puntos y 23 rebotes.
Estilos antagónicos: triples vs pintura
Erráticos empezaban los angelinos el partido: 1-8 en TC (0-4 en T3), con ataques precipitados y varias pérdidas de balón que ocasionaban transiciones rápidas por parte del equipo de Steve Kerr. Siempre con Kevon Looney en el origen de esas jugadas (siete rebotes en ocho minutos). El 10-2 inicial marcaba el comienzo de la batalla. Andrew Wiggins (5 puntos), desde la media distancia, y Klay Thompson (10 puntos, 2-4 en T3), desde el perímetro, lideraban el precoz arreón de los campeones.
Los Lakers empezaron a buscar más la pintura y Anthony Davis apareció: 14 puntos (7-8 en TC) en el primer cuarto. La entrada de Hachimura dotó de físico y centímetros a los de Darvin Ham que, poco a poco, fueros recortando la distancia. Tras fallar siete de los primeros ocho tiros, los Lakers firmaron un excelente 11-14 en tiros de campo. Stephen Curry cerró el primer parcial con ocho puntos consecutivos. Inicio discreto de LeBron James en el tiro.
La hiperactividad de Schroder marcaría el inicio del segundo cuarto. Cinco puntos consecutivos del teutón pondrían a los Lakers por delante en el marcador por primera vez en el partido. Rebasado el ecuador el cuarto, la diferencia de puntos en la ‘restricted area’ era evidente: 12-26 para Lakers. Anthony Davis emergía como figura dominante, tanto en ataque siendo híper agresivo como en defensa como ‘rim protector’. Sin embargo, los Warriors seguían sumando a través de los triples en transición (13-30 en T3), con un Jordan Poole especialmente atinado (13 puntos, 3-5 en T3 en el segundo cuarto). La primera parte finalizaría con 64-65 a favor de Lakers. Los angelinos sobreviviendo, a pesar de haber metido un único triple (1-8 en T3).
Los triples llegaron en la segunda parte
D’Angelo Russell hacía acto de presencia en el tercer cuarto exhibiéndose desde la media distancia (ocho puntos casi consecutivos para los diez finales en el cuarto). Junto a él, Jarred Vanderbilt estaba siendo clave neutralizando y minimizando el impacto de Curry (5-14 en TC y 1 asistencia), dificultando la recepción de balón y la posterior ejecución. Y con ello, los triples de Reaves, LeBron y Troy Brown llegaban, y los Lakers marcaban la máxima diferencia del partido (+10). Como dato representativo, los locales habían tirado 4-5 en TL, mientras que los de oro y púrpura estaban firmando un contundente 21-23. Niveles de agresividad dispares.
No obstante, el apagón ofensivo generar en los angelinos propició que, poco a poco, canasta a canasta, Golden State fuese acercándose en el marcador (parcial de 14-0 en 4′). Final apretado en San Francisco. Tuvo Poole la oportunidad de empatar, pero erró en un lanzamiento muy lejano. Los Angeles Lakers, de un monstruoso Anthony Davis, se llevan el primer partido (112-117) y recuperan el factor cancha. Salvo algunos instantes y acciones aisladas, partido discreto de Curry y LeBron.
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El Pepazo/Marca