Pinchó el Madrid y el Barça no falló. LaLiga va cogiendo color azulgrana. Los de Xavi sacan ocho puntos a los blancos tras ganar al Sevilla con goles de Alba, Gavi y Raphinha
Al Barça se le está quedando cara de campeón. Los de Xavi no ceden ni un ápice en LaLiga al mismo tiempo que el Real Madrid se desinfla. Los ocho puntos de renta que tienen en la actualidad no es que sean definitivos, pero sí reflejan la tendencia actual de uno y otro equipo. Xavi está montando un equipo joven con hambre de títulos y los blancos tienen un equipo madurito que lo ha ganado todo, y varias veces, pero necesita un cambio generacional.
La última víctima del Barcelona fue un Sevilla que tampoco es el que era y que hasta hace muy poco ocupaba plazas de descenso. Los cambios que ha hecho en el mercado invernal le tienen que dar para no pasar problemas, pero le falta para volver a ser ese equipo que peleaba por todos los títulos no hace mucho. El planteamiento ultradefensivo de Sampaoli en el Camp Nou era el mejor reflejo sobre cómo están las cosas por Sevilla.
El partido no empezó nada bien para los locales. Busquets se tuvo que retirar lesionado a los cinco minutos tras un pisotón involuntario de En-Nesyri. Una baja que les viene muy mal ante la cercanía de la eliminatoria ante el Manchester United y la influencia que tiene Sergio en este equipo. Los azulgrana salieron fuertes buscando abrir el partido pronto. Bono y Gudelj salvaron el 1-0 al cuarto de hora tras un remate por bajo de Lewandowski. Y en el córner posterior Araujo cabeceó rozando el poste. El meta marroquí volvió a ser decisivo tras un gran disparo de Lewandowski antes de la media hora. Los sevillistas, muy replegados la primera media hora, no tenían el balón y el partido se jugaba en apenas 30 metros. Un cabezazo hacia atrás de Gudelj estuvo a punto de dar un susto a Bono unos minutos antes de llegar a un descanso al que se llegó sin goles pese a las ocasiones que tuvieron los locales.
Sampaoli hizo un doble cambio en la reanudación que fue el principio del fin de su equipo. Bryan Gil, que volvía a sentirse jugador sevillista, y Lamela reemplazaron a Óliver Torres y En-Nesyri. Perdía a su referencia ofensiva buscando más profundidad por bandas y adelantando la posición de Rakitic. No consiguió mucho con ello porque el Barça volvió a encerrarles en el área de inicio y este vez no tuvieron tanta suerte. La resistencia del Sevilla acabó en el minuto 58. Pase medido al área de Christensen, control de Lewandowski que cede sobre Kessie y sensacional pase al hueco del marfileño viendo la llegada desde atrás de Jordi Alba para que este cruzara el balón lejos de Bono. Un golazo que teñía LaLiga de color azulgrana dándole ocho puntos de ventaja a los de Xavi sobre el Madrid.
El folio de Sampaoli a Jordán
El gol del Barça coincidió con la lesión de Acuña sólo unos minutos después. Y con la salida de Ocampos se produjo una situación que refleja el desquiciamiento del conjunto sevillista. El argentino le entregó un folio de Sampaoli a Jordán con la nueva distribución táctica del equipo que le tuvo más de cinco minutos intentando interpretarlo. Con folio o sin folio el Sevilla ya estaba descompuesto y enseguida llegó el segundo del Barça. Gran pase de Raphinha y remate a placer de Gavi para sentenciar el choque. No se conformaba el cuadro de Xavi viendo que el Sevilla había desaparecido del campo. El tercero no se hizo esperar tras otra buena combinación entre De Jong, Jordi Alba y remate final de Raphinha. Festival azulgrana con un Camp Nou entregado a su equipo. LaLiga tiene color azulgrana, pero esto es muy lago y quedan muchos partidos.