Ángel Montiel
Una de las peores perversiones económicas que sufre la Argentina es la inflación.
Se trata de una herencia o una de las peores herencias dejadas por la gestión anterior del expresidente argentino Alberto Fernández y de Cristina Fernández de Kirchner con la salvedad de que el mandatario fue el escogido por Cristina para que fueran en dupla presidente y vicepresidenta que al final resultaron
victoriosos.
Cristina Fernández de Kirchner tenía una trayectoria verdaderamente inflacionaria con políticas económicas erráticas que se basaba en críticas al Fondo Monetario Internacional lo que en el fondo no lograban despegar la
economía de Argentina y por supuesto se sumo a uno de los peores presidentes que ha tenido la Argentina moderna como es Alberto Fernández un personaje sencillamente opaco, gris, poco inteligente y quien estaba bajo los designios de la mujer.
El gobierno de Cristina y de Alberto Fernández se basó en el ejemplo de los peores gobernantes.
Con saldos negativos en economía, con una inflación histórica de cuatro dígitos con 1020 por ciento de inflación acumulada, la segunda más alta desde el regreso de la democracia en Argentina, un déficit fiscal, 40 por ciento de pobreza, deuda interna y externa.
El gobierno de Fernández y de Kirchner fue considerado un aliado fiel del gobierno de Venezuela con su perniciosa política económica estatista.
En pocos meses el nuevo presidente de Argentina, Javier Milei ha logrado implementar en su corto tiempo de mandato lo que será su política económica para recuperar la confianza de los inversionistas y fortalecer todo el aparato económico profundamente deprimido y que ha llevado a la pobreza a millones de argentinos.
Desde un primer momento fijó el rumbo de lo será su gobierno: una política de austeridad, libre mercado, privatización, reducción de la la masa monetaria y restringir la intervención del Estado en todos los ámbitos económicos.
Algunas de las medidas del presidente libertario ya se aplican pero la gran mayoría necesitan de la aprobación del parlamento de su país.
Todas estas políticas económicas ya comenzaron a dar sus frutos y el mercado está recuperando la confianza en Argentina.
Esta política de Milei apunta a un descenso de la inflación resultado del ajuste fiscal y monetario.
Se pueden ver algunas cifras que señalan como han bajado los niveles de inflación: en diciembre alcanzó 25,5 por ciento, en enero el 20,4 por ciento y las estimaciones para febrero apuntan del 13,2 por ciento lo que deja ver la eficacia del ajuste fiscal y monetario del gobierno de Javier Milei.
El ministerio de la economía de Argentina anunció que hubo un superávit fiscal, se recaudó más de lo que se gastó.
En dos meses Milei ha cumplido con su meta de “déficit cero” es dejar de tener las cuentas en rojo.
Todo estos indicadores están mostrando una confianza en los mercados internacionales.
El llamado dólar libre se ha estabilizado y el “riesgo país”, un índice que muestra la confianza de un Estado para pagar su deuda, está en su nivel más bajo después de dos años.
Todos los análisis de económicos señalan el despegue de la economía en Argentina y que quedaron atrás las teorías estatistas perversas y atrasadas que tanto daño han hecho en América Latina.
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El Pepazo
