Francis Coquelin está hecho a prueba de todo… porque se lesiona y emerge como ‘nuevo’. Porque vuelve a lesionarse y lejos de hundirse juega ‘su partido’ entre el bisturí y los fisios para regresar. Ese camino lo ha repetido un sinfín de veces -ha sufrido más de 20 lesiones entre musculares y las que ha tenido que pasar por quirófano a lo largo de 12 temporadas- . Es como tropezarse con la misma piedra de continuo, pero sabiendo lamerse las heridas. Cuando no ha sido el tobillo, ha sido un ligamento, el tendón de Aquiles… o la última que ha superado: una rotura de ligamento cruzado en la rodilla que se produjo el pasado mes de febrero en un choque contra el Barcelona. En el Pizjuán tuvo unos minutos, pero ante el Rennes se pegó un buen susto en un mal apoyo. Sin embargo, tras perderse la cita en el Bernabéu, ya está de nuevo disponible para Marcelino.

El historial médico de Coquelin da miedo. Pero al mismo tiempo se le puede considerar un ejemplo de superación. De llevar a escuelas de fútbol o incluso a vestuarios de élite… Pocos deportistas pueden enarbolar una bandera como es ésta: la de levantarse lesión tras lesión.

Coquelin ha tenido que superar muchos momentos difíciles. / Villarreal CF

El dato es escalofriante. El centrocampista de 32 años se ha perdido 136 encuentros por lesión en su carrera… pero es que ha estado de baja la friolera de 891 días. Pocos pueden tener tantas vidas como es el caso de Francis. Que lo ha vuelto a hacer.

Su retrato robot: «Mentalmente es un guerrero»

MARCA ha pulsado las sensaciones del entorno más directo del futbolista. El que lo conoce en las distancias más cortas. Donde mejor se desenvuelve y lo tienen claro. Una palabra lo define todo: «Es indestructible», explica su agente pero sobre todo amigo y asesor, Michael Manuello. Eso sí, más de cabeza que de otra cosa. Porque el afán o espíritu de superación que tiene es complejo de encontrar en el mundo del fútbol. Pocos han aguantado tantas embestidas como el medio galo. «Mentalmente es un ejemplo para todos. Es un guerrero. Una máquina para trabajar y no para de luchar contra el destino».

Y añade uno de los grandes secretos de Coquelin: «Acepta el sufrimiento de su cuerpo para volver al más alto nivel y prepararlo nuevamente para rendir. En cada acontecimiento en contra se supera mentalmente. Siempre».

Su última reaparición hace unos días tras ocho meses de lesión. / Villarreal CF

Del tendón de Aquiles… al ligamento cruzado

Porque ha tenido de todo. En el Arsenal, en el Valencia, en el Villarreal, clubes en los que ha desarrollado gran parte de su carrera en la élite. Si la rotura del talón de Aquiles, en marzo de 2018, parecía el colmo de la mala suerte para el futbolista… y la superó, aún estaba por llegar una peor. Y llegó. En febrero de 2023 sufrió un revés que podría haberle hundido de forma definitiva. La lesión de ligamento cruzado anterior. La más temida por un deportista. Le tocó.

Pero Coquelin es de espíritu de superación. Todo en tal de vestir, de nuevo, la camiseta del Villarreal con el dorsal 19: «Soy feliz así». Prueba superada.