En la semifinal de este sábado ante Carlos Alcaraz volvió a hacer un ejercicio de precisión y de temple en el momento clave, en el único en el que su rival flaqueó con el saque. Acabó cerrando un marcador favorable de 6-3 y 6-2, en 1 hora y 28 minutos.

El serbio acertó con el resto porque para algo es el mejor del mundo también desde la devolución.

El joven murciano, para evadirse de la tensión y la presión que suponía el quinto cara a cara con el número uno mundial, amaneció pronto para irse a dar un paseo por el Castillo del Valentino. El aspecto mental podía ser uno de los factores importantes y aprendió del episodio de los calambres de Roland Garros.

Alcaraz sabía que sus opciones pasaban por un alto porcentaje de primeros y se aplicó en ello. Metió dentro 14 seguidos y el partido empezó más de su lado.

De hecho, en el primer juego dispuso de un 15-40. Djokovic, sin inmutarse, fue salvando las dos opciones de rotura del rival.

Carlitos metió dentro 18 de los 22 primeros saques en la manga inicial. Ni eso le sirvió para ganarla porque su verdugo se puso en modo campeón de 24 grandes.

Alcaraz lo hacía todo, para lo bueno y para lo malo. Se le escapaba alguna que otra derecha y buscaba respuestas en su banquillo.

«Me motiva ganar a esta generación de jóvenes hambrientos», avisaba el balcánico en la previa del torneo. Pasa de un ‘Next Gen’ como Alcaraz a otro como Jannik Sinner, probablemente el jugador más en forma del momento y que ya le venció en la fase de grupos. Aunque después le hizo el favor de vencer a Holger Rune para meterle en las semifinales.

Pero las finales están hechas para gente de otra pasta y ahí está casi siempre Novak. En el segundo set, Djokovic dio el golpe definitivo con un segundo ‘break’ en el tercer juego.

Era una renta que parecía demasiado grande por jugarse en una superficie ultra rápida y bajo techo. Vencedor de 21 de sus últimos 22 partidos, el mejor de la historia tiene más hambre que nadie.

Djokovic, vigente campeón del torneo, jugará su novena final, las mismas de Ivan Lendl, en busca de un séptimo título que sería una cifra récord desempatando con Roger Federer. La dominación de ‘Nole’ engrandece aún más lo hecho por Carlitos en la hierba de Wimbledon.