El 14 de enero de 2022 Lonzo Ball jugó su último partido de baloncesto en la NBA. Ese día sufrió una grave lesión en su rodilla izquierda. Y lo que en principio era una rotura de menisco que le iba a tener apartado de las canchas entre seis y ocho semanas se complicó convirtiéndose en un calvario para él, que tuvo que someterse a tres artroscopias y a un trasplante de cartílago en marzo de 2023 para intentar salvar su carrera. Anoche, dos años, 9 meses y 2 días después el base de los Bulls reapareció en el triunfo de su equipo ante los Wolves (125-123).
El renacido volvió a sentirse jugador de baloncesto 1.006 días después, toda una eternidad para un jugador que cumplirá 27 años el próximo 27 de octubre. Y lo mejor para él y para su equipo es que su cuerpo no se resintió tras una convalecencia que parecía no tener fin. Cuando su entrenador Billy Donovan decidió sacarle ante los Wolves la multitud que abarrotaba el United Center se puso en pie para ovacionarle. Él correspondió al cariño levantando las manos y dándose un golpecito en el corazón en señal de agradecimiento.
Firmó 10 puntos en 15 minutos
Ball estuvo en cancha 15 minutos en los que firmó 10 puntos (2/2 t2 y 2/4 t3), un rebote, unas asistencia, un robo de balón y un tapón. Difícil aportar tantas cosas en tan poco tiempo. Y sobre todo hacerlo sin resentirse de su lesión: «Me sentí mucho mejor jugando que viéndolo», dijo tras el partido. «Ni siquiera puedo expresar con palabras cómo me sentí estando allí… Definitivamente fue un momento que nunca olvidaré».
El base habló de lo duro que fue su proceso de rehabilitación: «Se me ha hecho largo, realmente largo, pero al mirarlo en retrospectiva fue mucho más rápido de lo que pensaba… Me dijeron que me quedaban 18 meses de recuperación tras la tercera cirugía y en ese momento me pareció una locura, pero ahora estoy aquí. Ya es todo cosa del pasado».
No es el mismo cuerpo con el que empecé, pero creo que todavía puedo ser productivo y efectivo en la cancha
Lonzo Ball (Jugador de los Bulls)
Confesó que volver a sentirse jugador fue muy especial: «Me ha hecho sentirme lleno de alegría», aunque admitió sentirse distinto: «No es el mismo cuerpo con el que empecé, pero creo que todavía puedo ser productivo y efectivo en la cancha. Por eso sigo intentando jugar», explicó.
Una lesión de la que nadie se ha recuperado
Lo de Lonzo Ball es casi un milagro. De hecho, no hay constancia de que un deportista de élite se haya recuperado tras serle transplantado un menisco y un cartílago, siendo sustituido este por un aloinjerto oesteocondral. «Esto es algo de lo que nadie se ha recuperado realmente, así que seré el primero».
«Esto es algo de lo que nadie se ha recuperado realmente, así que seré el primero
Lonzo Ball (Jugador de los Bulls)
Pero las sensaciones que tuvo tras su reaparición fueron buenas, sobre todo porque no se resintió de su maltrecha rodilla: «Eso es algo positivo, no lo noté en absoluto», confesó. «Sentí que me estaba moviendo muy bien. Así que ahora se trata de seguir mejorando, seguir haciéndolo noche tras noche».
Lonzo estuvo genial. Hay muchas cosas que hace en el juego que no requieren que use la rodilla ni el cuerpo, usa mucho el cerebro. Se movió muy, muy bien
Billy Donovan (Entrenador de los Bulls)
Ball no pone reparos a la planificación de su entrenador: «Tenemos una buena gestión en este momento, pero creo que va a cambiar a lo largo del año», dijo. «Cada día será un desafío diferente que simplemente tendremos que superar».
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El Pepazo/Marca