«El gatopardismo opositor: triste vocación de vender esperanzas.”
ANONIMO
Luis Semprún Jurado
“Camaritas…, lo que se inició como una aventura poco responsable para confrontar a un gobierno que no les gusta, de repente ha adquirido un tinte apocalíptico con el intento de desatar una guerra que en verdad sólo un minúsculo grupo de desubicados, ambiciosos y resentidos desea” – fue la introducción a su acostumbrada charla de mi estimado Anacleto. Me extrañó no verle un cigarrillo en la mano. En tono más o menos preocupado continuó: “Es nuestro deber tener una visión integral sobre la realidad política del país para no permitir que ese grupúsculo de apátridas pueda ponerlo al borde de un conflicto, así como debemos resaltar la necesidad de una respuesta unida y democrática. Ya basta de que un pequeño grupo minoritario pueda exacerbar los problemas políticos en el país, llevando a situaciones de alta tensión y caos mediante tácticas de miedo y desinformación para amplificar los conflictos, con el fin de alcanzar sus objetivos; ¡ya basta de amenazas de guerra!, ¡ya basta de permitírselo! Sobre todo en el momento en el que el país muestra los resultados de la resistencia, hasta ahora protagonizada por el noble y bravo pueblo, con el repunte económico logrado. ¿Qué aún persisten problemas genuinos que afectan al país, tales como la corrupción, la desigualdad económica y la falta de confianza en las instituciones gubernamentales, quién los niega? Pero vemos a Nico trabajando día a día, codo a codo con el pueblo, en la búsqueda de soluciones a los desafíos y tensiones existentes, mientras que ese grupúsculo los señala y los infla de manera desproporcionada.” – Sacó de su bolsillo la cajetilla de cigarrillos, encendió uno y continuó – “Desde mayami, el batallón disociado de «presstitutes», influenciadores, manejadores de redes y canales de internet, y cuanto pendejo exista, pagado con dinero que nos han robado y con el dinero de financistas inescrupulosos, nos anuncian que el 10 de enero se juramentará el Inmundo con su Loca al lado, y que de no ser así se desatará la guerra «pacífica» (???) por la transición ya que, según ellos, nuestros gloriosos soldados «están decididos» a acabar con la dictadura de Maduro, que está cada vez más debilitado y solo, y les apoyarán en sus deseos. Pero que de todas maneras ya tienen «garantizada» la entrada de tropas desde Brasil y Colombia, así como el desembarco de los «marines». Siguiendo la línea del Gigante Chávez, yo les voy a decir una cosa, bastante pueblo hay aquí, bastante cojones hay aquí, para enfrentar a cualquier invasor y a cualquier cipayo; pueden entrar pero no sabemos si podrán salir. Pero deben traer a sus hijos y familiares para que estén en primera fila y así poder optar a un cargo como recompensa. El pueblo venezolano, chavista o no, se unirá para rechazar cualquier aventura que intenten; lo lleva en su sangre y corazón. Y si nos obligan a librar una guerra, porque no han podido colmar sus ansias de poder a través de la vía democrática, vuelvan sus miradas a Palestina, Siria, Ucrania, Libia, el Líbano y/o Cisjordania y verán el futuro de las zonas y calles de las capitales de los estados del país y de la propia Caracas. Ese será el logro de su «lucha por la libertad, la democracia, la libertad de expresión y los derechos humanos». Ah y cuiden a los niños, porque al aliarse la Loca con los sionistas, mostró su verdadera cara y sus sentimientos, no olviden que éstos han asesinado más de DIECISIETE MIL en Gaza, impunemente. Ese batallón de disociados ha manipulado la información para crear una percepción de crisis inminente. ¿Ven como tratan de crear una sensación de urgencia y pánico? ¿A quién creen que beneficia la inestabilidad?, ¿qué buscan en verdad? El escalar nuestros conflictos puede llevar a un deterioro de la seguridad y estabilidad en el país y mi paz no es negociable. O les damos un para’o definitivo o nos fuñen”.
Es sumamente importante hacer un llamado a la acción y a mantener la cohesión social, así como fortalecer las instituciones democráticas para resistir las tácticas de desinformación y división. Debemos proponer medidas concretas para promover la transparencia y el diálogo inclusivo como formas de contrarrestar el impacto de estos grupos minoritarios y preservar la estabilidad y la paz en el país. No olvidemos que su dogma es “su verdad absoluta” y lo que la contradiga es falso. Así les presentemos contraargumentos debemos tener claro que para ellos es más fácil que los engañen a que los convenzan de que han sido engañados; la prensa ha cumplido a cabalidad con este fin para evitar las posibles objeciones. Y es que repiten lo mismo sin cesar como un mantra, como un ritual. Están convencidos de que una mentira repetida mil veces se vuelve verdad y no aceptan que no sea así. De ahí que a la Loca le sea tan fácil manipularles. ¿Estará esta gente preparada para el inicio eventual de una guerra? ¿Aceptarán ver morir a sus hijos y familiares por la ambición de la Loca? ¡O sea!
El escenario de una guerra es inimaginable. La incertidumbre de las consecuencias, igual. Todo es tensión constante, reglas complejas difíciles de seguir, incapacidad para planificar, amenazas constantes de severos castigos, confinamiento en constante cambio, ver caer a seres queridos, escuchar como llaman al asesinato de civiles y niños “daños colaterales”, conmociones repetidas, mientras nos bombardean con una crisis fabricada tras otra. En su mente sólo existe la lucha del bien contra el mal… y adivinen quienes son los “buenos”. Con su bombardeo de “crisis fabricadas” tratan de traumatizarte porque una persona traumatizada es más fácil de manipular. El resultado progresivo de esta condición mental es aumentar la sugestionabilidad logrando la pérdida del juicio. Lo evidente es la existencia de una campaña de guerra psicológica orquestada, que difunde a todo dar el triángulo del infierno, Miami-Bogotá-Madrid, para preparar a la opinión pública internacional y nacional sobre una posible situación de emergencia que “amerite” una intervención extranjera. O sea… una invasión.
Recuerden que no existen municiones “sólo mata chavistas” y que en un indeseado panorama de guerra TODOS estamos expuestos: unos voluntariamente y los otros sin querer. Pero… ¿quiénes son los voceros de la muerte? Si nos ponemos a ver, los que aparentemente dan la cara son en su mayoría disociados autoexiliados, palangristas, drogadictos, algunos ladrones de cuello blanco, y uno que otro prófugo de la justicia, todos fuera del país, que son valientes a distancia. Aquí tanto tirios como troyanos vivimos en paz, una paz que tratan de romper los que quieren volver a afectarnos con el manejo del paralelo. A esos les debemos dar un ejemplarizante para’o. Desde que se les estropeó la trampa del 28 y 29j, y ante el trabajo conjunto de pueblo-fuerza armada, se dejaron de oír las charlatanerías golpistas de la Loca y sus adláteres, pues el mismo 28j el Inmundo se escondió en la Embajada de Holanda, ahora Países Bajos. Pero no huía de las fuerzas del gobierno, no, sino de la Loca, que lo tenía secuestrado prácticamente y lo manejaba a placer, hasta que se fue al “jardín de Borrell”, España.
Si mañana estallara la guerra, ¿cómo te encontraría? ¿preparado? ¿Te sorprendería? ¿Te asombrarías? ¿Te alistarías para defender tu patria o te unirías a los majunches? La decisión será sólo tuya y debes tomarla serenamente, si quieres seguir viviendo en paz, viendo como el país mejora cada día o si quieres ver ruinas como las de todos los países ayudados por EEUU a “restablecer la democracia”, su democracia. No olvides que Venezuela no está sola, tiene aliados poderosos que no van a permitir un ataque en cambote. ¿En qué quedó la OEA? ¿Dónde está el Cartel de Lima? ¿Qué pasó con la Operación Gedeón y con todos los intentos de magnicidio del pasado? Creo que nuestros cuerpos de inteligencia están haciendo un excelente trabajo proveyendo la información pertinente para desarticular sus planes. Si tenemos la guerra en el horizonte debemos prepararnos para el día “D”, así no la deseemos, ya que cuando despierte la guerra a la que nos quieren llevar, será el día en que todo cambiará, y habrá que luchar y vencerlos. No habrá de otra. ¿Estarás listo? ¡Patria o Muerte!
El Pepazo