La leyenda de los Knicks fue, durante 17 temporadas, 15 de ellas en la Gran Manzana, uno de los jugadores icónicos de la NBA de finales de los 80 y de toda la década de los 90 y aún es recordado como un ejemplo de lo que era un pívot puro, justamente la figura que el baloncesto moderno en la Liga está perdiendo hoy en día.
Pero en esa época, construir un equipo alrededor de un pívot poderoso era una prioridad y el destino de los Knicks descansó, durante tres lustros sobre los hombres de Ewing para toparse en el Este con los Bulls de Jordan y disputar y perder unas Finales con los Rockets de Oljauwon (1994) y ante los Spurs de Tim Duncan (1999).
Ewing, tras varios años alejado del equipo de toda su vida, regresa a los Knicks tal y como ha anunciado la franquicia este viernes. El líder anotador en la historia de los Knicks ejercerá como embajador del equipo tanto en los asuntos propios del baloncesto como en el del apartado económico.
Tras su retirada en 2002, jugó un año en Seattle y otro en Orlando, Ewing inició una carrera de 14 años en la NBA como asistente en varios equipos, Washington Wizards, Orlando Magic, Charlotte Hornets y Houston Rockets. En 2017 aceptó el puesto de entrenador en su alma mater en Georgetown, cargo del que fue cesado en 2023. Ahora regresa, como embajador, a sus Knicks.
El Pepazo/Marca