Además de los muertos, heridos y cientos de casas destruidas, el sismo dejó a una población a la intemperie en una noche invernal con temperaturas bajo cero que complicó la situación de los sobrevivientes. Muchas personas no regresaron a su casa por temor, luego de las nueve réplicas que siguieron al movimiento de tierra que cobró la vida de al menos 126 personas, mientras el Gobierno de Xi Jinping pidió celeridad a las autoridades locales.
Los equipos de rescate siguen este martes las operaciones en medio de edificios derrumbados y deslizamientos de tierra, una tarea que se complica cada vez más con las bajas temperaturas que han alcanzado los -15° Celsius.
Además de los heridos y los 126 fallecidos (la mayoría en Gansu y el resto en Qinghai) los medios locales han informado de 20 personas desaparecidas, quienes están siendo buscadas con drones, excavadoras y topadoras, en medio de la complicada región montañosa.
El terremoto se produjo a una profundidad relativamente baja de 10 kilómetros, en el condado de Jishishan de Gansu, a unos cinco kilómetros de la frontera provincial con Qinghai, según la información que entregó el Centro de Redes Sísmicas de China, mientras el Servicio Geológico de Estados Unidos midió la magnitud en 5,9.
Tan solo a las 10 de la mañana, hora local, ya se habían contabilizado nueve réplicas de magnitud 3,0 o superior, unas 10 horas después del terremoto inicial, la mayor de ellas con una magnitud de 4,1, dijeron las autoridades.
Los esfuerzos de rescate
«Las 72 horas posteriores a un terremoto, cuando es más probable rescatar a los supervivientes, se podrían acortar por el mal tiempo, con lo que las víctimas atrapadas se enfrentan a un mayor riesgo», indicó la agencia estatal Xinhua.
Un grupo de médicos y más de 2.000 bomberos fueron enviados por el Ejecutivo chino y el Ministerio de Gestión de Emergencias, luego de que hubieran decretado una respuesta nivel II al siniestro.
Las fuerzas armadas también se unieron a las operaciones de rescate y asistencia a las que Beijing destinó 28 millones de dólares.
Con el grupo, llegaron 2.600 tiendas de campaña, 10.400 camas plegables, 10.400 edredones y 1.000 juegos de estufas, además de los 111.500 artículos de socorro que se habían asignado, hasta la mañana de este martes, para las personas afectadas de la zona.
“El Consejo de Estado ha enviado un grupo de trabajo a las áreas afectadas para ayudar a orientar la labor de ayuda. Las provincias de Gansu y Qinghai han organizado el apoyo de socorro con la asignación inmediata de los suministros de alivio como campamentos y camas plegables”, publicó la agencia estatal de Xinhua en español.
Una fuerza de tarea a nivel estatal fue enviada con rapidez a la región azotada por un #sismo en la provincia de #Gansu, en el noroeste de #China para apoyar y supervisar el trabajo de control epidemiológico y de desinfección, anunció la Administración Nacional de Control y… pic.twitter.com/uH5AlWncIX
— China Xinhua Español (@XHespanol) December 19, 2023
Edificios con escasa resistencia sísmica
Aunque los terremotos son algo comunes en la zona montañosa del oeste de China que se eleva hasta formar el borde oriental de la meseta tibetana, cerca del lugar donde friccionan las placas tectónicas de Asia y la India, en el Himalaya, lo cierto es que es una región con poca solidez en la construcción de sus edificaciones para afrontar sismos.
El diario local ‘Global Times’ aseguró que el número de víctimas, en parte, fue por la escasa resistencia de los edificios de esta región, un escenario que se complicó por la hora en la que ocurrió el movimiento de tierra, que dejó sin capacidad de reacción a muchas personas.
Algunos residentes aseguraron al medio local ‘The Paper’ que muchas personas dormían cuando se produjo el terremoto, al filo de la medianoche, y que no tuvieron tiempo de refugiarse.
Li Haibing, experto de la Academia China de Ciencias Geológicas, dijo que el número relativamente alto de víctimas en el último terremoto se debió en parte a que fue poco profundo. «Por lo tanto, ha causado mayor temblor y destrucción, a pesar de que la magnitud no fue grande», aseguró.
En septiembre de 2022, 93 personas murieron en un terremoto de magnitud 6,8 que sacudió la provincia suroccidental china de Sichuan, provocando deslizamientos de tierra y sacudiendo edificios en la capital provincial de Chengdu, donde 21 millones de residentes estaban bajo confinamiento por Covid-19.
Sin embargo, los episodios más mortíferos ocurrieron hace nueve y 15 años, cuando en agosto de 2014 el terremoto en la provincia occidental de Yunnan dejó 617 fallecidos y antes, en 2008 en la provincia de Sichuan, murieron 70.000 personas.
El Pepazo/France24/Con AP y EFE