El joven receptor, que recibió 5.6 millones de dólares de bono por los Padres de San Diego, se posiciona muy alto en todos los análisis que se emiten
Harold Capote Fernández
En una de las mejores películas de beisbol que jamás se haya realizado, Moneyball, hay parte de un diálogo que intentaremos parafrasear con el mayor grado de exactitud posible: “Tú no tienes una bola de cristal. Ni tú ni yo podemos ver a un chico y predecir su futuro”; aunque se trata de algo asertivo, esas palabras carecen de valor cuando se observan las cualidades de Ethan Salas.
El accionar del chico es tan espléndido que por algo los Padres de San Diego desembolsaron 5.6 millones de dólares para asegurar sus servicios; el monto evidentemente refleja el valor actual del chico y lo que podría hacer en el futuro. Cosas enormes como esa cifra.
Uno de los medidores más importantes de análisis es el ranking de prospectos emitido por Grandes Ligas a través de su dirección web en inglés; en este el muchacho ya es catalogado como el principal prospecto entre jugadores de la posición más compleja del este deporte.
Imagen: mlb.com
En el reporte emitido por este portal, destacan que Ethan “podría ser un raro receptor de cinco herramientas. Su suave swing zurdo le ayuda a hacer un contacto sólido en todos los campos y ya ha demostrado una potencia superior a la media durante su traslado a Estados Unidos después de mostrar algo de esa potencia en el Petco Park en las sesiones de pretemporada”.
Por otra parte, sobresale en el informe que el aspecto defensivo de Salas, “habilidades de recepción, bloqueo, manos, comunicación y movimiento general detrás del plato ya son muy avanzadas”, por esa razón en el pasado Spring Trainning trabajó en sesiones de bullpen con serpentineros establecidos como Yu Darvish.
“Su habilidad para salir de la agachada y utilizar una impresionante fuerza de brazo también debería ayudarlo a limitar el juego de carrera. Igualmente corre bien para un receptor, e incluso si se ralentiza a medida que envejezca, el resto de su juego es tan completo que podría ser el rostro de la próxima generación de receptores”.
Claro que nadie tiene la bola de cristal para predecir el futuro, pero eso no es tan complicado cuando se “tropieza” con un prodigioso talento como el de este chico.
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El Pepazo/Meridiano