La denuncia contra el vigilante del Comité Olímpico Español se produjo el 9 de junio gracias a las grabaciones de las cámaras de seguridad, al que el seguridad no tenía acceso, y pudo ser acusado de un delito contra la autoridad moral y de agresión sexual. Todo comenzó en el mes de enero cuando los afectados ya comenzaron con las sospechas, pero en un primer instante la intención era comprobar quién había robado determinados objetos en algunos despachos. La sorpresa saltó cuando las imágenes descubrieron otra cosa: que un vigilante del turno nocturno se masturbaba en su puesto de trabajo y eyaculaba dentro de dos botellas, correspondientes a dos empleadas del Comité, situado en la calle Arequipa, en el distrito de Hortaleza.

El detenido afirmó que actuaba así ya que sus compañeras «le hacían la vida imposible» a su esposa, que también trabajaba en el centro, algo que las víctimas negaron, han indicado fuentes de la investigación. Este individuo ha sido despedido e inhabilitado provisionalmente para ejercer tareas de seguridad.