El delantero argentino es más que un recurso para Marco Domenichini
Un gol a doce minutos del final de Giovanni Simeone rescató la victoria en Milan para el Nápoles que sumó su tercer triunfo seguido, infranqueable, para mantener el liderato de la Serie A cuando se han cumplido siete sesiones de campeonato.
El argentino es más que un recurso para Marco Domenichini. Es una garantía. Tiene gol. Lo volvió a demostrar en el Giusseppe Meazza donde le bastaron unos minutos para ver puerta. Salió en el 66 y doce después marcó.
El tanto frustró el empuje del Milan que no pudo eludir su primera derrota del curso. Había hecho un gran esfuerzo por equilibrar el tanto inicial de los visitantes, de penalti. Una falta dentro del área de Rade Krunic a Khvicha Kvaratshelia fue sancionada después de pasar por el VAR.
No falló Matteo Politano que puso por delante a los visitantes al inicio de la segunda parte, en el 54. No habían pasado muchas cosas antes. Solo una ocasión de Giroud, al cuarto de hora del duelo, que se estrelló en el larguero.
Fue el atacante francés el que logró el empate. En una estupenda jugada de Theo Hernández, de potencia y acierto, con un centro preciso al que llegó, por sorpresa, el ariete galo.
Después irrumpió Giovanni Simeone con el Milan volcado en busca del triunfo y el liderato.
Tuvo en la mano el empate el Milan con una ocasión de Pierre Kalulu a cuatro minutos del final, solo ante el meta, que se estrelló en el larguero. Fue la última gran ocasión. Mantuvo el tipo el Nápoles. Un líder solido y solvente que sale triunfador de San Siro.
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El Pepazo/Líder/AFP