Es el libro que acaba de presentar el abogado y periodista Julio Barazarte, auspiciado por la Fundación para las comunicaciones de la Alcaldía de Caracas y el Banco Central de Venezuela.
Luis Carlucho Martín
“En la primera etapa de nuestro olimpismo, los dirigentes deportivos fueron blanco de epítetos, porque la sociedad de la época no conocía muy bien los postulados olímpicos y veía la actividad como algo extraño a sus quehaceres diarios… a los practicantes se les señalaba como …vagos… concebían el deporte como una pérdida de tiempo… Aún no se vislumbraba el deporte como una rama profesional, ni industrial a gran escala, ni los gobernantes veían en su práctica una manera de estimular el espíritu combativo de la juventud… Contra esa mentalidad se vieron en la necesidad de combatir aquellos primeros dirigentes, que en el año de 1934 se atrevieron a crear la Asociación Olímpica de Venezuela, la cual cambió de nombre en diciembre del año siguiente por el de Comité Olímpico Venezolano”.
Así da inicio el abogado y periodista Julio Barazarte a su “máster piece”, titulada “Historia olímpica de Venezuela”, presentada el pasado 16 de julio en el marco de la XX Feria Internacional del Libro, en los espacios de la Galería de Arte Nacional.
Se trata de una joya en el submundo de la aún escueta literatura deportiva venezolana que, sin dudas, reclama mayor participación, no solo de periodistas especializados en la materia, o dirigentes con inquietudes de rescate histórico con orientaciones literarias, sino que el tema debe ocupar a los gremios e instituciones deportivas, como el CNP, el Círculo de Periodistas Deportivos, el IND y el Comité Olímpico, cuyos máximos dirigentes brillaron por su ausencia –a pesar de estar informados– en el acto que sirvió para que el autor compartiera los detalles acerca de su interesante obra.
“Historia olímpica de Venezuela”, como dice su autor, no pretende ser una obra académica acerca del movimiento olímpico nacional, pero sí merece especial atención por su amplio, interesante y diverso contenido que, en perfecto juego dialéctico entre la historia contemporánea con sus fenómenos y acontecimientos socioculturales, desdobla el hecho deportivo desde su seno y desliza de manera cronológica la evolución del hecho deportivo como fenómeno complejo, no asilado, y cómo fue el proceso organizativo y de gerencia.
Barazarte –referencia obligatoria en el periodismo deportivo nacional y regional, por sus más de 57 años de ininterrumpido ejercicio de tan noble oficio, con la investigación como punto de honor– expone cómo el deporte nacional debió sortear obstáculos que iban desde lo político hasta lo netamente competitivo. Esos momentos iniciales en los cuales hablar de deporte era hablar de algo sin importancia, además de extraño y casi peligroso porque la organización de sus eventos requería, como ahora, de reuniones para planificar, lo cual, en aquellos años iniciales del siglo XIX venezolano, representaba un elemento de sospecha para los obscuros y represivos modos de los gobiernos de turno.
La obra aborda puntos críticos, basados en lo investigativo y en lo testimonial, ya que Barazarte se pasea por los postulados filosóficos y de acción de cada uno de los principales protagonistas y líderes del movimiento olímpico nacional. Las teclas del autor tocan aspectos que van desde aquellos días iniciales del romanticismo y la mística deportiva hasta su lenta pero indetenible transformación en un asunto de intereses mil millonarios, a sabiendas de que en la actualidad es una de las industrias que más riquezas generan y mayor cantidad de recursos económicos pasan por sus arcas.
Con delicada y especial atención el autor hace mención a la incorporación de la mujer en el movimiento olímpico, y con la merecida delicadeza este maestro de las letras nos presenta a doña Flor Isava, de las primeras damas que ingresó a lo más alto del olimpismo internacional, para sembrar con sus acciones el nombre de Venezuela; sobre todo por la importancia que le dio a la Academia Olímpica, tema en el cual las presentes autoridades nacionales tienen una deuda con ellos, con la historia, con el periodismo deportivo y con el país.
Los periodistas Orángel Balza y Luis Martín fueron los encargados de presentar tanto al autor como a su obra, con coincidentes argumentos en torno a la resonancia que tiene y tendrá “Historia olímpica de Venezuela”, en la que su autor además ensalza desde lo deontológico del deporte el principio del juego limpio, la igualdad de condiciones, la paz y la unión de los pueblos a través de su práctica, en la cual el vencedor se alza con valores de honradez, pero reconociendo la hidalguía y el honor del vencido. Se dice que el deporte enseña a ganar con honradez, a perder con dignidad; es decir, enseña a vivir…
Se abrió un debate en torno a que el periodismo deportivo actual está en terapia intensiva y solo corresponde a sus actores revivirlo y darle el sitial que una vez ocupó.
La Fundación para las Comunicaciones de la Alcaldía de Caracas, en la persona de su presidenta, Mercedes Chacín y la jefa de información del diario Ciudad Caracas, Francis Zambrano, fueron motor en cuanto a los aspectos logísticos y editoriales, a los que se sumó el brazo económico del Banco Central de Venezuela.
Especial mención requiere la intervención de Rosa Arévalo, responsable de la edición, porque ella iluminó al público acerca de los extraordinarios manejos de figuras literarias que van desde lo mágico y lo real a la ficción y viceversa, por parte de Julio Barazarte, quien además de este libro tiene en sus alforjas varias obras inéditas de cuentos y otros géneros que pronto pudieran salir a la palestra.
El conocido locutor deportivo Pepe Delgado Rivero, en corta pero sustanciosa intervención dio y un espaldarazo a iniciativas como esta que hurga en la historia, siembra el respeto por el pasado y, sobre todo, obliga a que cada día la gente deba documentarse para crecer integralmente.
Participaron también dirigentes deportivos como Uvencio Blanco, expresidente de la Federación Venezolana de Ajedrez y autor de varios textos de su disciplina deportiva y de dominó, así como otros tantos acerca del dopaje; y Nicolás Hidalgo, representante del Consejo Mundial de Boxeo ante las autoridades venezolanas. Estuvo acompañado por el árbitro internacional Héctor Afú –considerado el mejor del CMB–, quien visita el país con motivo de la pelea por el título mundial minimosca entre el criollo Carlos Cañizales y el mexicano Iván García.
Así como destacamos las ausencias de las autoridades de gremios e instituciones también anunciamos la presencia personalidades: las periodistas Ashley Meyer e Ivonne Andara representaron al CNP-DC; además de otros periodistas y reporteros gráficos como Ángel Rivero, Irving Guanipa, Rubén Rojas, Marcos Colina, Félix Gerardi, Javier Campos, entre otros; además de los profesores Ángel “Zurdo” Flores e Iris Obelmejías de Deportes de la UPEL, casa de estudios a la que también pertenece la profesora Mercedes Guánchez relacionada al área de Letras.
Solo se espera que en agosto esté lista la impresión y distribución de esta ópera prima de Barazarte, “Historia olímpica de Venezuela”, que por los momentos puede ser consultada en su versión digital.
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