Cuarta derrota seguida de Brooklyn en mitad de otro escándalo provocado por el base
El novato Bennedict Mathurin, con 32 puntos en 33 minutos y saliendo desde el banquillo fue el verdugo de unos Nets que perdieron pese a los 35 puntos del base, los 26 de Durant y los brotes verdes de Ben Simmons, que se quedó cerca del triple-doble (9+8+9). Pero más allá de una nueva derrota, lo peor para el técnico fue la actitud. «No vi la voluntad, no vi el deseo o la conectividad necesarias», aseguró Nash, que tardó más de la cuenta en llega a la rueda de prensa.
Una charla honesta de los jugadores
El vestuario de los Nets se abrió también más tarde de lo habitual. Los jugadores estuvieron reunidos en solitario. «Tuvimos una conversación. No voy a hablar de eso, pero fue honesto. Eso es lo que hacen los equipos ganadores. Responsabilizarse mutuamente, ser abiertos y hablar con sus compañeros», confirmó Simmons. «Estamos en comunicación constante. Siempre estamos en diálogo constante sobre lo que debemos hacer como grupo, así que no diría que fue algo especial», dijo Durant, que se muestra optimista: «El ambiente cambiará una vez que comencemos a jugar un buen baloncesto. Tenemos mucho baloncesto por delante».
Después del terraplanismo, de oponerse a la vacunación contra el COVID y de otras disparatadas teorías, los Nets deberían preguntarse si merece la pena tener a un gran jugador pero con alma de pirómano. Y quizás los medios de comunicación deberían ceñirse a hablar de lo extraordinario jugador que es Irving pero dejar de dar voz a alguien que alienta constantes conspiraciones.
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