Un informe médico, al que ha tenido acceso el periodista francés Djaffar Ait Aoudia, revelaría que la boxeadora Imane Khelif, campeona olímpica en París en -66 kilos, tendría características biológicas masculinas.
La púgil argelina se convirtió en unas de las protagonistas de los Juegos Olímpicos por su condición de mujer hiperandrógina. La Asociación Internacional de Boxeo (IBA) no le permitió participar en el Mundial de 2023 después de fallar las pruebas de elegibilidad de género, pero el Comité Olímpico Internacional sí autorizó su presencia en París 2024.
El periodista de Le Correspondent habría tenido acceso al expediente médico de la argelina tanto del hospital Universitario Kremlin Bicètre, en París, como del hospital Mohamed Lamine Debaghine, en Argel. Con fecha de junio de 2023, señala que Khelif presenta una deficiencia de 5-alfa reductasa, un trastorno del desarrollo sexual que afecta exclusivamente a individuos biológicamente masculinos.
Este trastorno genético afecta principalmente a los niños e impide el normal desarrollo de los órganos sexuales. Al nacer, los bebés varones presentan una bolsa vaginal ciega y, debido a la falta de un diagnóstico adecuado, a menudo se les asigna la identidad femenina.
Durante la adolescencia, empiezan a ver aparecer signos de masculinización, como pelos en el cuerpo, masa muscular o ausencia de pechos y menstruación. Una exploración clínica adicional suele confirmar el diagnóstico, con la presencia de los testículos en el abdomen, una próstata rudimentaria, así como la ausencia de útero y ovarios.
El informe médico filtrado de Khelif, tal y como recoge Le Correspondent, revelaría que una resonancia pélvica reflejó que no tenía útero y sí «gónadas (testículos) en los canales inguinales, una vagina ciega y un micropene en forma de clítoris. También se señala que la argelina tiene un cariotipo (conjunto completo de los cromosomas de un individuo) XY (propio de los hombres). La exploración hormonal también desvela que tiene un «nivel típico masculino de testosterona de 14,7”, mientras que el género femenino no supera el nivel máximo de 3.
Georges Cazorla, experto de seguimiento físico, fisiológico y biológico de equipos alto nivel y deportistas que trabaja con Khelif, ya explicó que después de los Mundiales de 2023 la púgil fue examinada por un endocrinólogo del hospital Universitario Kremlin-Bicêtre, de París, y que dicho examen médico confimó que era una mujer, a pesar de su cariotipo y su nivel de testosterona.»Hay un problema con sus hormonas, con sus cromosomas, pero ella es una mujer», señaló. Ahora se conoce ese otro informe, de ese mismo año, que desvela lo contrario.
El Pepazo/Marca