Leonardo Núñez Martinez
Para constatar, medir, comprobar, cersiorarse o tener una idea clara acerca de las condiciones, recursos, tamaño, potencial, lo hecho y por hacer en una unidad de producción agraria cualquiera, los montunos acostumbran a «caminar el fundo» propio, si se trata de tener con cierta exactitud el conocimiento del estado en que se encuentra o si es de otro si se intenta comprarlo, permutarlo o asociarlo. En todo caso, las suposiciones o conjeturas se verifican o se niegan con la tarea ocular o de observancia que sobre el terreno, «caminándolo», debe hacer el interesado.
Desde la comodidad del patio, escuchando relatos o confiando en lo que dicen los papeles no es posible asegurar la dimensión, linderos, bajizales o la planitud de un «fundo». Tampoco la calidad del suelo, los pastos, otros cultivos o el potencial forestal. Menos aún si sobre una mesa se pondera el estado en que se encuentran las instalaciones, casas, jagüeyes, pozo, sistema de riego, tanques, tuberías, comederos, bebederos, depósitos, galpones, divisiones, postes y cableado, portones, camino, callejuelas y otras mejoras. Es necesario «caminarlo» y verificar su organización.
Esa tarea incluye estar presente en el ordeño si es una «matera», en las labores de asistencia, sanidad y pesaje si se trata de una «granja de pollos» o en el arado, fertilización y cosecha en el caso de una «granja agrícola».
La Derecha venezolana exagera con mucha frecuencia su control o dominio sobre la población. Los «bocones» fascistas proclaman que sus jefes viejos y nuevos «arrasan» y que en el pueblo no existen sino ansias por el retorno de éstos al Poder y el fin de la Revolución Bolivariana. No se mueven de la silla donde permanecen, de las redes del celular o de los medios televisivos desde los cuales abultan, falsean y declaran una realidad que no existe.
Ellos se matan entre sí, no están unidos, no realizan movilizaciones ni cuentan con el cariño y admiración del pueblo. Sin embargo, «se mojonean», confían que el malestar social lleva «irresistiblemente» a hacer colas en todas partes para votar por sus candidatos, a acompañarles en sus guarimbas e intentos de golpes de estado, a seguirlos, aplaudir sus discursos triunfalistas y apoyar sus desacatos a la Ley.
Deberían hacer como los montunos, que «caminan el fundo» para constatar la verdad y no llevarse las sorpresas que los mantienen postrados.
¡ORGULLOSAMENTE MONTUNO!
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El Pepazo
