TEL AVIV (Sputnik) — Un equipo de investigadores israelíes ha encontrado el modo de impedir que las células cancerígenas entren al torrente sanguíneo y se propaguen por el cuerpo, informó la Universidad de Bar Ilán.
«Nuestro avance es muy emocionante, ya que hoy en día no se están produciendo medicamentos que prevengan la metástasis o, en otras palabras, medicamentos que detengan la propagación del cáncer», comunicó la coautora del estudio doctora Hava Gil-Henn en un comunicado oficial.
El cáncer de mama es el más común de todos, en 2020 hubo más de 2.2 millones de casos según la Organización Mundial de la Salud (OMS) y una de cada doce mujeres lo padece. Además, aproximadamente el 90% de las muertes son resultado de complicaciones causadas por la metástasis, el proceso por el cual las células cancerosas se desprenden de donde se formaron inicialmente, navegan por el sistema circulatorio sanguíneo o linfático, y forman nuevos tumores en otras partes del cuerpo.
Por eso se ha presentado el avance de los investigadores Gil-Henn y el químico Jordan Chill como revolucionario. En pocas palabras, el estudio publicado en la revista Oncogene y revisado por pares anuncia que un ingrediente activo de una sustancia desarrollada en la Universidad de Bar IIán previene la expansión de cáncer de mama y su acción se ha demostrado en ratones con un 90% de éxito
El proceso
Según el estudio de la doctora Gil-Henn y del químico Chill, las células de varios tumores sólidos utilizan unas estructuras en forma de pies llamadas invadopodios que degradan el tejido subyacente para entrar en la sangre y formar metástasis en otros órganos.
Estas estructuras protuberantes funcionan como un ariete vikingo, forzando su entrada a través del tejido para ayudar a que las células cancerígenas entren en la sangre y hagan metástasis.
Sin embargo, explican en el comunicado los coautores, los invadopodios solo actúan cuando dos proteínas se unen, y lo importante del descubrimiento de estos los científicos de Bar Ilán es precisamente haber encontrado el péptido que impide esa interacción de las proteínas.
Los investigadores han producido un péptido (cadena de aminoácidos) diseñado para no permitir que las células enfermas se incorporen al torrente sanguíneo impidiéndoles así la propagación por el cuerpo.
Al prevenir con más de un 90% de éxito la metástasis en ratones, esta sustancia, que aún no tiene forma de medicamento, recuerdan los científicos, tiene como objetivo impedir la formación de cáncer secundario.
¿Otros cánceres también?
«Creemos que esto puede prevenir la activación de los invadopodios y, así, impedir la metástasis. Esperamos que se pueda usar junto con la quimioterapia y otros tratamientos que matan las células cancerígenas», señaló el profesor Chill.
Aunque el estudio se centró en cáncer de mama, el equipo dice que espera que el péptido sea efectivo en todos los tumores sólidos, es decir, en todos los cánceres exceptuando los de la sangre, glándulas linfáticas o médula ósea.
Investigaciones pasadas muestran que el 12% de los pacientes con un diagnóstico de cáncer de mama desarrollaron la enfermedad metastásica, para la cual la tasa de supervivencia de cinco años es de 26%. El tratamiento de quimioterapia se usa para matar tantas células cancerosas como se pueda, pero no evita que las células que quedan en el sistema se activen en algún momento.
Chill agregó que el próximo desafío es desarrollar el péptido en forma de fármaco, con mecanismos de dosificación que puedan administrarlo en el lugar correcto del cuerpo humano.
Los investigadores señalaron que la mayoría de medicamentos están centrados en reducir el tamaño de los tumores una vez desarrollados, mientras que ellos han decidido aproximarse preventivamente al desafío, lo cual podría salvar a muchos de recaer en una segunda ronda de la enfermedad.
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El Pepazo/Sputnik