En Bellas Artes, en marzo próximo, Barikai estrenará su versión de la legendaria obra cumbre del teatro musical, Jesucristo Superstar, compuesta por Andrew Lloyd Weber desde las letras de su insigne colaborador, Tim Rice. Serán tres funciones, viernes 15, sábado 16 y domingo 17, a las 7:30 de la noche, a beneficio del Teatro Bellas Artes
Alexis Blanco
Barikai es una palabra originaria de los Barí que significa “Caminantes del Sol”. El maestro Carlos de Oliveira la transformó, en 2009, en el nombre para su proyecto pedagógico artístico, sustentado en una floreciente fusión de todas las disciplinas estéticas, enfocada hacia el desarrollo de la personalidad creadora en niños, jóvenes y adultos. Son 15 años fértiles.
El pasado jueves 22, sobre el escenario del lar donde reside, el Teatro de Bellas Artes, Oliveira anunció que, como corolario de la celebración de esos tres lustros de acción escénica y pedagógica, Barikai estrenará su versión de la legendaria obra cumbre del teatro musical, Jesucristo Superstar, compuesta por Andrew Lloyd Weber desde las letras de su insigne colaborador, Tim Rice.
El anuncio sobre estas tres funciones, viernes 15, sábado 16 y domingo 17, a las 7:30 de la noche, a beneficio del Teatro Bellas Artes, quedó oficializado de una manera muy especial y acorde con su dimensión: todo el elenco bailó y cantó algunos pasajes de la pieza y, les juro, una energía cósmica vibró sobre la escena.
“Más que una academia de artes escénicas, somos una familia que comparte un gusto enorme por el teatro”. Así definía Oliveira a su equipo, acompañado por Liliana Blanco de Montero, CEO del Teatro Bellas Artes, así como del talentoso joven maestro, Enzo Pradelli, quien encabeza el elenco y dirige la parte musical. Junto con ellos, otro maestro, de la danza, José Luis Núñez, encargado de preparar a los intérpretes para esta consumada proeza escénica, inédita en Maracaibo.
El elenco de la obra: Jesús: Enzo Pradelli; Judas: Rafmar Rangel; María Magdalena: María Albornoz; Pedro: Ronny Ramones; Sacerdote Caifás: Anderson Jiménez; Sacerdote Anas: Hengels Arangibel; Sacerdotisa Zerah: Soraya Guerra; Poncio Pilatos: Salvador Nahim; Herodes Antiphas: Homero; Simón Zelote: Oneiver Arandia y
Claudia: Anycar Sánchez.
Como Pueblo, cantan, bailan y actúan: SANTIAGO: Paolo Chávez; MATEO: Leonel Araujo; JUAN: Mario Bravo; TOMÁS: Augusto García; ANDREINA: Camila Ramírez; FILIPPA: María Prieto; BARTINA: Keren Ferrebús; ALFI: Isabella Vicuña; TANDI: Joenny Pírela; MARTHA: Sherlyn Fuenmayor; SIBILIA: Cynthia Rojas; SEPHORA: Victoria Laprea; SALOMÉ: Amanda Muñoz; JUNIA: Manuela Monsalve; BETANIA: Ivanna Fuenmayor; PRISCILA: Valeria Socorro y SUSANA: Sasha Soto.
Un esfuerzo artístico y técnico de indudable rigor y nivel profesional que deviene en una compleja inversión, tanto económica como institucional y artística, según exponían:
Coreografía: José Luis Núñez
Vocal Coaching: Enzo Pradelli
Asistencia de producción: Delia Torres
Asistencia de Dirección: Patricia Rodríguez
Material audiovisual: Andry Jons
Visuales: Venus Creativos
Video Mapping: Marlon Medina
Logotipo: Daniel Briceño
Equipo de Promoción: Joenny Pírela, Valeria Socorro, Leonel Araujo, Salvador Nahim, Ronny Ramones, Enzo Pradelli
Diseño de vestuarios y maquillaje: Kerem Ferrebus
Coordinación General: Soraya Guerra
Coordinación Musical: Jesús González – Black, Humbert Urdaneta
Dirección Musical: Enzo Pradelli
Producción General: @academiasbarikai @idevozvzla @cbaateneo
Dirección General: Carlos De Oliveira
Un esfuerzo artístico y técnico de indudable rigor y nivel profesional que deviene en una compleja inversión, tanto económica como institucional y artística, según exponían.
El Barón Lloyd-Webber, coleccionista de arte y considerado el músico más acaudalado por sus obras después de su paisano británico, Paul McCartney, estrenó su obra en Broadway, tras haber lanzado un álbum de estudio, en 1970. Junto con Tim Rice concibió una lectura adaptada en formato libre de los Evangelios y donde el argumento se centra en los últimos siete días de la vida de Jesús de Nazaret, comenzando con los preparativos de su llegada a Jerusalén y finalizando con la crucifixión.
En medio de todo, un personaje tranza la estructura de la trama: Judas Iscariote, visto como una figura trágica, descontenta con la dirección que ha tomado la doctrina de su maestro, y plantea un enfrentamiento político y personal entre los dos que no está reflejado en La Biblia. La historia habla: tanto sectores católicos protestaron fuertemente contra la obra, tildándola de blasfema, mientras que sectores judíos también denostaban de lo que consideraban una abierta ofensa ante la sugerencia de que el pueblo hebreo generó las instancias de Jesús.
(Alexis Blanco, Texto e imágenes)
El Pepazo