La estrella de los Nuggets lidera el triunfo, el noveno consecutivo ante los angelinos, en el inicio de la serie tras llegar al pabellón vestido como Gru
Hacía frío en Denver la noche que comenzaba la serie entre los Nuggets y los Lakers. Daban incluso probabilidad de nieve en la ciudad más alta de Estados Unidos con equipo de NBA (1.600 metros sobre el nivel del mar). Había que abrigarse y Nikola Jokic eligió unos zapatos negros, un pantalón gris claro, chaqueta negra y una bufanda a franjas grises y negras. Indumentaria parecida a la que suele llevar Gru en las películas de los Minions.
Las redes sociales le habían comparado con él y hasta ha promocionado la última película con un anuncio en el que los pequeños seres amarillos le confunden con su jefe. Pese a la importancia de la cita, la estrella de los Nuggets no dudó en aceptar la broma y llevó esa indumentaria. Después, en la pista, volvió a ser un supervillano para los Lakers (114-103). Los angelinos no ganan a este enemigo desde el 16 de diciembre de 2022 y llevan nueve derrotas consecutivas frente a los de Colorado: su último duelo de Liga regular de la temporada pasada, el doloroso 4-0 en playoffs, las tres citas de este curso y este primer partido de la serie.
«Jugamos bien esta noche, pero podríamos haber sido mejores. No tienes mucho margen de error contra Denver, especialmente en su propia cancha. Son un equipo que ha pasado por todo. Son los defensores del anillo, tienes que anotar, defender y no darles posesiones extra. Tenemos otra oportunidad el lunes para volver y ser mejores», analizaba LeBron. Los Lakers concedieron 15 rebotes en su aro convertidos en 18 puntos para su rival.
Sin embargo, fue la defensa la que estuvo detrás de la victoria de Denver, especialmente cómo controlaron a LeBron. La estrella de los Lakers llegó al descanso con 19 puntos después de anotar un triple sobre la bocina que mandaba a los equipos al vestuario. Tras el intermedio sólo metió nueve puntos más y en el último cuarto no pudo ni lanzar a canasta hasta que restaban 1:20 para el final. El alero acabó perdiendo siete balones. Todos los Nuggets, cuatro.
Michael Porter Jr. se abstrae del drama
Los locales volvieron a apoyarse en su quinteto titular, con varios efectivos notables. Jamal Murray sumó 22 puntos y 10 asistencias, Aaron Gordon acabó con 12 puntos, 11 rebotes y siete asistencias y Michael Porter Jr. firmó 19+8 abstrayéndose de sus dramas familiares. A su hermano Jontay le han expulsado de la NBA por apostar y a otro hermano, Coban, le han condenado a seis años de cárcel por conducir en estado de embriaguez y provocar un accidente de tráfico en el que murió una mujer. «A un par de mis hermanos les sucedieron algunas cosas malas y tristes, pero tengo 15, 16 hermanos más aquí. Tenía que estar aquí para ellos, venir y hacer mi trabajo», dijo.
También Kentavious Caldwell-Pope tuvo un papel principal. Anotó sus 12 puntos en la segunda parte, incluidos tres triples dentro de un parcial de 13-0 para que los Nuggets se distanciaran en el tercer periodo (89-74). «Estos son los playoffs. Todavía nos queda mucha lucha por delante y sabemos que fuimos mejores de lo que jugábamos al principio. Tenemos que ver qué podemos hacer mejor. Esta será una serie increíble», dijo el entrenador Mike Malone.
«Cada partido será interesante. Con suerte, igualaremos su nivel físico y lo seremos más que ellos», aseguró Jokic. Es su nuevo malvado plan para continuar siendo el supervillano de los Lakers.
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El Pepazo/Marca